Un camión de siete metros de largo, de 18 años de antigüedad y de la línea de vehículos pesados de la compañía Freightliner, se convirtió en la cocina rodante del chef costarricense Rafael Calderón.
Hace dos meses, el cocinero del programa Al sazón de Rafael encontró en un predio de San Ramón (Alajuela) el camión, que ya dejó atrás su oxidada carrocería y vieja apariencia para convertirse en un moderno food truck.
Lucho es el nombre del nuevo negocio de seis llantas de Calderón. Con él pretende, por ahora, tener presencia en actividades masivas como conciertos, partidos de fútbol y ferias.
El vehículo también será protagonista de una serie web que el cocinero comenzará a crear en octubre. En el programa, el chef recorrerá varias partes del país para conocer los secretos de la cocina de pueblo.
Transformación. “El proyecto nació hace un par de años viendo la tendencia en Estados Unidos de los food trucks. Se me metió en la cabeza hacer algo así en Costa Rica, pero fue hasta hace dos meses que encontré el carro perfecto y me tiré al agua”, contó el cocinero.
Convertir a Lucho en una cocina rodante costó cerca de ¢15 millones. La remodelación estuvo a cargo de los mecánicos Carlos Castillo y Christian Vargas. El trabajo en carrocería fue de Rolando Escalante.
En el interior de Lucho hay refrigeradora, cocina, parrilla, equipo de sonido y hasta Wi-Fi. Llamativos juegos de luces y pintura que evoca los colores patrios se ven en el exterior.
Comida. El equipamiento de Lucho permitirá al chef crear desde platillos gourmet hasta comidas rápidas.
“Primero vamos a empezar con gastronomía que sea fácil y se ajuste a esa comida de camión. Vamos a iniciar con los gallos de cochinita, que es comida típica costarricense con una receta secreta de cerdo. Quiero que la gente la pruebe”, adelantó.
Calderón invita a seguirle la pista a Lucho y a sus recorridos por el país en la página en Facebook Lucho Food Truck by chef Rafael.