Es pequeño de estatura, pero su talento es uno de los más grandes de América Latina. Este 21 de febrero, Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, cumple 85 años.
El comediante mexicano celebra un año más de vida al lado de su esposa Florinda Meza, sus hijos Roberto, Graciela, Marcela, Paulina, Teresa y Cecilia, y acompañado por millones de seguidores en el mundo.
Este jueves, Viva rinde homenaje con una edición especial al hombre que conquistó los corazones de los televidentes, vestido como un niño de ocho años.
En palabras del actor y comediante Mario Chacón, de La Media Docena, el éxito de este hombre se debe al uso del humor blanco e inocente en todas sus creaciones.
“La fórmula exitosa de hacer reír sin recurrir a lo vulgar, sino más bien se enfocó en un humor familiar”, explicó Chacón.
El talento y la creatividad lo heredó Chespirito de la familia. Francisco Gómez, su progenitor, era dibujante, retratista y, ocasionalmente, actor de teatro. Su madre, Elsa Bolaños Cacho, pintaba y escribía, pero dejó su faceta artística para mantener a sus tres hijos (Roberto, Horacio y Francisco), después de que su esposo falleciera cuando Roberto tenía 6 años.
En su juventud, Gómez Bolaños se dejó llevar por sus habilidades para el dibujo y la matemática, y escogió la Ingeniería como carrera universitaria. Sin embargo, por un apropiado giro del destino, no terminó sus estudios y consiguió un trabajo a los 22 años en una agencia de publicidad. Este empleo significaría su lanzamiento al estrellato.
Coincidencia. Se ligó a las artes gracias a su trabajo como escritor de comerciales en la agencia de publicidad D’arcy.
Nueve años después, sus jefes reconocieron su ingenio cómico y, en 1960, pasó a formar parte de los guionistas oficiales del exitoso programa radial Cómicos y canciones , con Viruta y Capulina.
Según la biografía de Gómez elaborada por Biography Channel, debido a la astucia que demostraba para escribir, el reconocido director mexicano Agustín P. Delgado lo comparó con el inglés William Shakespeare y lo bautizó como Chespirito (Shakespeare, pero chiquitito).
El éxito como escritor de Chespirito fue en aumento. En 1968, ingresó a trabajar a Televisión Independiente de México e hizo cortos de comedia en el programa Sábados de la fortuna . El ciudadano Gómez, un vecino común que ayudaba a la gente, fue su primer sketch.
El corto no tuvo mucho éxito, pero Gómez no se dio por vencido. Chespirito ideó Los supergenios de la mesa cuadrada ; fue un acierto y poco tiempo después el canal le dio un show de 30 minutos semanales.
Genio exitoso. Como si fuera el rey Midas de la comedia, a Chespirito se le ocurrió “mexicanizar” a los superhéroes gringos, crear a un paladín que estuviera al alcance de los latinoamericanos.
Creó al Chapulín Colorado (1970), el torpe y miedoso héroe que a diario vence su miedo enfrentando, a su estilo, todo tipo de malhechores. Gómez se puso, por primera vez, el traje rojo con antenitas de vinil a los 41 años.
Posteriormente, apareció en su vida un niño huérfano, con ropa raída y sucia, cuya inocencia fue el gancho para que los televidentes de la época pidieran más.
La primera aparición del Chavo fue en un corto de comedia en el que el personaje discutía en un parque con un vendedor de globos (Ramón Valdés) y con su hija (María Antonieta de las Nieves).
Esto fue el preámbulo de lo que se convertiría en uno de los programas más exitosos de la televisión en español.
Ambos personajes eran parte de Los supergenios de la mesa cuadrada . La televisora le dio una hora más a la semana para que desarrollara esas historias.
El Chavo del 8 nació en 1971, cuando Gómez Bolaños rondaba ya los 42 años. Al público no le importó ver a un hombre hecho y derecho saltar y balbucear palabras cual chiquillo escolar.
Por el contrario, la humildad y el humor blanco del programa ganaron adeptos. Con los años, derribó la barrera generacional y las fronteras mexicanas hasta permanecer durante más de 40 años, sin interrupción, en la televisión.
“Es un niño que carece de muchas cosas, pero lanza –a mi modo de ver–, un mensaje de optimismo, porque se puede carecer prácticamente de todo; él (el Chavo) no sabía quiénes eran sus papás, no tenía juguetes, no tenía desayuno casi ningún día y era feliz”, explicó el creador del personaje, durante la conferencia de prensa para presentar su libro El diario del Chavo del 8 , en la ciudad de México.
Chespirito fue parte de Televisión Independiente de México hasta que, en 1972, la empresa se fusionó con Telesistema Mexicano, para formar lo que actualmente se conoce como Televisa.
La primera emisión de El Chavo del 8 como programa individual fue en el canal 2 de Televisa, en 1980.
“Yo no pretendí que la gente pensara que éramos niños, sino que aceptaran que éramos adultos interpretando a niños”, explicó el escritor en una entrevista en el programa La historia detrás del mito.
Para nutrir las características infantiles del Chavo, Roberto se inspiró en el comportamiento de sus seis hijos.
El ingenio en evolución. Chespirito no podía parar. La semilla por la creación y el trabajo intenso nunca dejó de germinar: es guionista, escritor, productor, director, dramaturgo, cineasta, músico, futbolista y boxeador.
Los programas evolucionaron con su experiencia. De su mano nacieron gran cantidad de personajes icónicos en la comedia, interpretados por actores de gran talento elegidos por el tino de Chespirito.
Don Ramón, interpretado por Ramón Valdés; Quico, por Carlos Villagrán; la Chilindrina, de María Antonieta de las Nieves, y doña Florinda, por Florinda Meza, son algunos ejemplos de estas combinaciones entre buenos personajes y memorables actores.
Después del éxito del Chapulín y del Chavo, vinieron otros trabajos con excelente aceptación.
En su historial, Gómez Bolaños suma obras de teatro, como 11 y 12 (una de las más exitosas en México), películas como El Chanfle y libros como Sin querer queriendo.
Actualmente, está en segundas nupcias con su compañera de reparto Florinda Meza y descansa en su hogar para cuidar de su delicada salud, que se encuentra mal desde el 2009, cuando tuvo complicaciones en la próstata.
Su última aparición vestido como el Chavo fue en 1995, a sus 63 años. “Dejé de hacerlo porque el peor error que puede uno cometer es dejar de evolucionar. El ser humano es producto de la evolución y debe ir cambiando” , explicó el artista al confesar que dejaba de hacer al Chavo del 8.
Ya no actúa, pero su comedia alegra los corazones de millones de personas gracias a la continuidad de sus programas. A sus 85 años sigue siendo el niño y el héroe más querido de nuestra TV.