“Nací hace 70 años y mi mamá desde que me parió ya sabía que yo iba a tomar guaro, porque lloraba en la cama así: ‘coñac, coñac’”, bromeó el reconocido comediante Adolfo Montero , mejor conocido como Gorgojo, cuando le mencionamos que el sábado era su cumpleaños.
Hablar sobre los chistes y las imitaciones de Gorgojo podría ser un buen homenaje para celebrar las siete décadas de este inconfundible y bien recordado humorista nacional.
Sin embargo, es mejor que sea él, en sus propias palabras, el que hable sobre lo que ha vivido durante estos 70 años que tiene de “llevar palo por los caminos del Señor”, como él mismo lo dice.
Con voz pausada, el comediante de la trompeta (y de la trompa estirada) habló vía telefónica con Viva sobre su cumpleaños, su salud, su carrera y su familia.
Don Adolfo, este sábado ya llega a 70 años. ¿Cómo se siente?
¡Qué bonito que sepan que cumplo años! Eso es para que vea que la fama corre muy rápido. Me siento bien; limpio, pero contento, de eso se trata la vida.
Se escucha muy recuperado de su problema en el hígado.
Después de tantos problemas de salud, todavía estoy en cama, pero ya puedo hablar mejor, ya razono y hasta cocino... vieras qué arroz más rico que hago yo ...¡ juepucha ! es un arroz militar.
¿Y cómo es un arroz militar?
El arroz que yo hago es un arroz militar porque es un puro pelotón... ¡ay juepucha !... cualquier consulta de temas culinarios estoy a sus órdenes.
¿Cómo va a celebrar este cumpleaños?
Primero con los hijos, ellos están visitándome en la casa a cada rato. Primero viene uno, después el otro y después el otro y me traen cositas para comer. Más pior si no vinieran, ¿verdad? ”Después, un amigo que me quiere mucho, Lindbergh Mata, me va a hacer un fiestón el miércoles 30 de octubre allá en San José. A mí me gusta que me hagan esas cosas, a mí que me hagan lo que quieran para celebrar.
¿Qué recuerdos bonitos tiene de sus inicios como comediante?
Imagínese que yo empecé en esto gracias a Miguel Salguero. Hace como 40 o 45 años...ya no me acuerdo, yo era linotipista en La Nación y ahí conocí a Miguel, él fue el que me dio la oportunidad de empezar con un papel chiquitico de maestro del pueblo en el programa de él. Grabábamos en Desamparados en la finca de Chepe Ureña.
¿Extraña la comedia?
Yo tengo 45 años dedicado al humor, ¿cómo cree que no lo voy a extrañar? Es más, estoy deseando trabajar, cualquiera que me quiera contratar nada más es que me llame y yo le animo las fiestas; hasta un entierro les animo si quieren.
¿Cómo gasta su tiempo libre ahora que está en la casa?
Como yo ya soy pensionado, me la paso en la casa, pero en las tardes leo algunos libritos que tengo. El más importante es la Biblia, pero hay otros por ahí que me gustan y les doy vuelta a cada rato.
¿Qué opina de la comedia costarricense en la actualidad?
No quisiera opinar, porque tengo que hablar mal de los colegas, ya no hay humorismo lo que hay son cuentachistas y a veces como que obligan a la gente a reírse; solo falta que les vayan a hacer cosquillas.
Invite al público para que vaya a su fiesta de cumpleaños...
Primero, quiero agradecerles mucho la deferencia que han tenido conmigo y que ojalá el miércoles 30 vayan al Bingo Multicolor... ¡ jueputis me acordé dónde era! Ojalá que lleguen, porque me van a celebrar mis amigos, va a haber un desfile artístico con buenos humoristas, estará vacilón, mirá con solo decirte que yo voy... ¡ jueputis más carga!