La actriz principal de los Juegos del Hambre, Jennifer Lawrence, rompió el silencio que mantuvo en torno a las fotografías íntimas suyas que sustrajeron piratas informáticos de la nube y que las pusieron a circular por Internet.
Lawrence, de 24 años, habló por primera vez sobre el incidente con la revista Vanity Fair, y se refirió desde su primer sentir hasta el momento en que le dio la noticia a su padre.
"Estaba tan asustada. Yo no sabía cómo esto afectaría a mi carrera", dijo Lawrence al editor de Vanity Fair, Sam Kashner, quien la entrevistó un 13 de agosto, dos semanas antes de que los hackers difundieran las imágenes y quien tras ello se puso detrás del equipo de la actriz para darle la oportunidad a ella de tener la última palabra.
La actriz accedió y habló largo y tendido con Kashner sobre el incidente.
"Solo porque soy una figura pública, solo porque soy una actriz, no significa que me puedan preguntar de esto. Esto no quiere decir que puedan invadir mi territorio. Es mi cuerpo y debería ser mi elección y el hecho de que no es mi elección es absolutamente repugnante (divulgar las fotos). No puedo creer que aún vivamos en este tipo de mundo", afirmó.
Al momento de la noticia, Lawrence tuvo la tentación de escribir una disculpa, pero dice que cada cosa que trataba de escribir la hacía llorar o le provocaba enojo.
"Empecé a escribir una disculpa, pero no tenía nada por qué disculparme. Estaba en una relación amorosa, saludable, una gran relación de cuatro años", comentó.
Lawrence también se refirió al proceso del que se ocupan sus representantes legales por el incidente.
"No es un escándalo. Es un delito sexual. Se trata de una violación sexual. Es repugnante. La ley tiene que ser cambiada, y tenemos que cambiar. Es por eso que estos sitios web son responsables", agregó.
En el artículo la estrella desahoga su frustración no solo con los hackers sino con aquellas personas que vieron las fotografías.
"Cualquier persona que miraron esas fotos perpetuaron un delito sexual. Deberían encogerse de vergüenza. No quisiera enojarme, pero tampoco yo les di autorización para que miraran mi cuerpo desnudo", continuó.
A la prensa que se aprovechó de la noticia la actriz también les mandó un mensaje.
"Tienen una opción. No tienen porqué ser personas que propaguen la negatividad y las mentiras para ganarse la vida. Pueden hacer algo bueno. Pueden ser buenos. Hagan esa lección y se sentirán mejores", reflexionó.
Lawrence dijo que fue desagarrador el momento en que tuvo que comentarle a su padre la situación.
"Cuando tengo que hacer esa llamada telefónica a mi padre y decirle lo que ha pasado no me importaba todo el dinero que he ganado. No vale la pena. Afortunadamente él estaba jugando golf y estaba de buen estado de ánimo", relató.
La actriz dijo que ya no le da más vueltas al incidente porque no acepta que su felicidad esté atrapada por esas personas (los hackers). "Necesito solo encontrar mi propia paz", comentó.