Hace cinco años, Patricia Rodríguez ganó el concurso Miss España con solo 17 años. Sin embargo, por ser menor de edad, no pudo participar en Miss Universo y, en su lugar, acudió al Miss Mundo, donde sorprendió al llevarse un noveno lugar. Ahora, la vida le devuelve su sueño y no solo da la pelea en Rusia, sino que está catalogada como una de las favoritas a la corona.
Antes de la gran final, que se realizará este sábado en Moscú , la española habló en exclusiva vía telefónica con Viva , acerca de la rivalidad, su deseo de ganar y qué le parece la candidata costarricense Fabiana Granados .
¿Cómo siente la competencia a días de la gran final?
Veo un gran nivel; se nota la competencia. Desde fuera, muchos sobrevaloran algunas chicas o dejan de valorar a otras. Tú desde dentro lo ves diferente porque convives con ellas el día a día; luego de que las conoces, ves su compostura y actitud; vas dándole o restándole puntos, pero tú no eres el jurado. Cualquiera de las chicas podría ser Miss Universo tranquilamente. Aunque siempre hay sobrevaloraciones, pienso que aquí muchas van a dar la sorpresa
¿A cuáles candidatas siente favoritas en lo que va del concurso?
De las latinas, te diría todas. Las veo pisando muy fuerte, con mucha actitud y mucha clase. Hay asiáticas, como Vietnam y Filipinas. Luego, la chica de Gran Bretaña .
A usted se le considera favorita. ¿Se ve así?
Me miro siempre a mí misma. Soy realista y sé que aquí hay un gran nivel; eso lo valoro. Vengo con mis cualidades y tanto mis compañeras como yo podemos ser Miss Universo. No me quito para que pase ninguna ni voy a quitar a ninguna para pasar yo. Aparte de las ganas que tengo de obtener esa corona, estoy segura de que hay un gran nivel. Las latinas están fuertes.
Su compañera de cuarto es Venezuela. ¿Cómo se lleva con ella?
Tenemos mucho feeling ; hemos hecho una bonita amistad, es una niña que me ha ayudado en algunos momentos. A veces estás arriba (en el ánimo), a veces abajo; me siento como en la montaña rusa. Ella tiene mucha actitud, energía. Si estoy más cansada, mi compañera me da ánimo. Aparte de bella, es una gran persona.
¿Ha tenido contacto con la Miss Costa Rica? ¿Qué piensa de ella?
Sí, he hablado con ella. Es una chica con mucha clase, muy sofisticada. A mí me recuerda a la actriz Audrey Hepburn. La considero una candidata muy fuerte; es tranquilita, como que está siempre en su sitio. No es la típica miss que yo le llamo “Miss Postureo”: ve una cámara y va corriendo hacia ella. Es tan sofisticada, tiene tanta elegancia y clase que la cámara la busca.
En el 2008 iba para Miss Universo pero por ser menor de edad (17 años) no pudo y la enviaron al Miss Mundo. ¿Cuánto le ayudó eso para enfrentar esta competencia?
Una vez que terminé mi título de Miss España 2008, a los dos años me ofrecieron presentarme, por el declive del concurso local. Ya había empezado mi formación como actriz y me había desvinculado del mundo de las misses , por lo tanto estaba estudiando con mi compañía de teatro. No era mi momento y les dije que no. Dejé de seguir los certámenes; me desvinculé, seguí formándome como modelo. La espinita quedó ahí porque no fui al certamen que correspondía. Finalmente, luego de 5 años, me proponen que me presente, cuando Miss España tenía una organización nueva, Guillermo Escobar; se hizo un certamen entre 100 candidatas inscritas y se eligieron 12, donde estuve. Consideré que después de haber cerrado el ciclo de mi formación como actriz, me sentía segura, madura; este es el momento.
¿Cuál es la diferencia entre esa Patricia de 17 años y la actual?
La niña de 17 años era ingenua, insegura. En el Miss Mundo, miraba a las mujeres y decía: “¡Wow!”. Me sentía muy niña, las admiraba; me llevé un bonito recuerdo, quedé novena, pero era muy insegura, muy niña. Ahora, la Patricia de 23 años llega con otro bagaje, otras aspiraciones. ¿Quién lo diría? Todo ha sido muy emotivo. Estoy en ensayo y me bajan las lágrimas de la emoción. Lo vivo muy ilusionada. Pienso que se me ha dado una segunda oportunidad. Mis amigas bromean de que soy la única Miss España coronada dos veces (risas). Juego con la ventaja de la madurez que me dieron estos cinco años y la formación y el bagaje que ahora pueda tener.
¿Cómo se destacará en la preliminar (a efectuarse este martes, a las 10 a. m.), en la que se elegirán, en secreto, a las clasificadas?
Lo vivo con mucha ansiedad. Piensas: “Dios todo lo que ha pasado para que llegue este día”. Soy una persona muy nerviosa. Lo vivo cada minuto, cada hora, cada ensayo, cada día que bajo a desayunar, siempre digo: “Patricia disfrútalo como si fuera el último día”. Deseo, en la gala final, estar ahí clasificada, que se me vea, pero más que todo salga bien, que pueda disfrutar de mi pasarela, que la gente disfrute de mí, que mi país esté contento con la representación que hago. He tenido apoyo de muchas personas de otras partes del mundo en redes sociales, y eso te da energía y fuerza. Quiero tener la oportunidad de desfilar en traje de noche; pasar al momento que todas tememos, a las preguntas y hacerlo bien; ojalá se me dé.
¿Cómo no caer en la excesiva confianza?
Tengo mucha esperanza de que las cosas vayan bien, pero soy realista y veo el gran nivel en el concurso; me lo estoy disfrutando con calma, pero tampoco demasiado relajada. Quiero que España se escuche. Ya estamos en ensayos y después todo esto se acaba.