El certamen Míster Costa Rica tenía una hora de retraso y ya el escaso público que estaba en el Teatro Eugenne O’Neill comenzaba a desesperarse: todos querían ver en acción a los ocho hombres que lucharían por ese título.
Para tranquilizarlos, la voz de la conductora Natalia Rodríguez apareció, a eso de las 9 p. m., por los altavoces para gritar: “¡Gracias por esperarnos! El show está a punto de empezar”.
Unos 15 minutos después, el telón se abrió para dar paso a una noche que, aunque fue atropellada una y otra vez por los retrasos y la descoordinación, intentó lucirse desde el principio hasta el nombramiento de Bryan Mora como ganador. El Mister Costa Rica tiene 24 años, vive en Jacó y estudia Derecho.
Presentación. Lo primero que vieron las decenas de ojos fue a Enrique González, organizador, vestido como un Aladino venido a menos. Detrás de él, se veían unas cuantas palmeras y un fondo rojizo.
“Hoy estaremos en el Medio Oriente, viviremos unas mil y una noches”. Con esas palabras justificó su vestimenta y dio paso al espectáculo de baile preparado.
Tres muchachas bailaron durante unos 20 minutos la danza del vientre por todo el escenario. Una de ellas sacó un cuchillo, lo puso sobre su cabeza y, aunque casi se le cae, logró estabilizarlo y bailar.
Mientras ellas sacudían los velos, salieron, uno por uno, los concursantes vistiendo un pantalón blanco casi transparente.
Ellos empezaron a hacer unas maniobras que, al parecer, eran parte de una coreografía: simulaban pelear entre ellos y luego cada uno pasó al centro del escenario para hacer su paso ¿más sensual?
Los gritos y aplausos llegaban conforme pasaban al frente, porque, aunque la mayoría de las butacas estaban vacías, no se puede negar que el público –las familias de los muchachos– estaba muy involucrado en la actividad.
Pasarelas. El baile quedó de lado. Ya era tiempo de mostrar porqué estaban ahí. El primer contacto con el modelaje que tuvieron durante la noche lo hicieron en un diminuto traje de baño con rayas de colores.
Después de esa pasarela, llegó el primer premio: Míster Silueta para Erick Calvo, a quien casi se le cayó la cinta porque la conductora no supo cómo ponérsela.
El público volvió a esperar unos cuantos minutos para ver a los muchachos en traje casual. Los lentes oscuros y zapatos cómodos fueron el común denominador.
Entregaron otras cintas: Míster Fotogénico a Bryan Mora; Super Sonrisa a Mauricio Blanco, y Míster Amistad a Hemerson Quirós.
Llegó el momento de la pasarela de ropa formal. El ver a los concursantes con trajes enteros pareció enamorar a las conductoras, quienes no dejaron de lanzarle piropos como ‘qué guapos’ y ‘parecen muñequitos de queque, ¡divinos!’.
Después de irse en halagos, dieron los reconocimientos restantes: Míster Talento a Steve Masís y Míster Turismo a Hemerson Quirós.
Luego, el certamen se propuso comprobar que “además de bellos, son inteligentes”.
Las preguntas eran básicas: ¿qué haría por la niñez del país?, ¿cuál valor implementaría en la sociedad tica? y si fuera periodista, ¿cómo cubriría el Míster Costa Rica? A lo que contestaron (sin importar si calzaba o no), con nerviosismo, variaciones de esta idea: “Vamos a apoyar las causas sociales”.
A eso de las 11 p. m., el jurado seleccionó a los cuatro finalistas y el ganador: Erick Calvo, cuarto lugar; Rolando Fallas, tercero; Henry Milton, segundo, y Bryan Mora como Míster Costa Rica 2014.
Los jueces no dijeron por qué, solo comentaron que fue difícil tomar la decisión.
En el escenario, el nuevo Míster Costa Rica se detuvo a atender la prensa para decirles que sabe la difícil tarea que le espera: viajar al Oriente Medio y participar en un concurso mundial.