Fue una competencia dura de principio a fin. Pero más allá de los ricos platillos que Viviana Calderón, Mauricio Hoffmann y Natalia Monge prepararon en Cocinando con las Estrellas, la lucha fue de personalidad, carisma y talento.
Los tres invitados cocinaron al lado de los ganadores de un concurso previo que realizó la revista Sabores . Para la tarde del domingo, las personalidades invitadas y sus acompañantes prepararon platos fuertes: recetas sencillas de preparar pero con gran sabor en la combinación de ingredientes.
La sazón y el sabor estuvieron a cargo del presentador Mauricio Hoffmann. Junto a Lisandra Aguilar, de San José, cocinaron una pasta con ragú de carne, cuya salsa era una delicia, dijeron los jueces.
Hoffmann se echó a la bolsa al público femenino, que abarrotó el Centro de Eventos Pedregal, donde se realizó la Expo Cocina Sabores.
Con unos movimientos de cadera, Hoffmann demostró que él sí puede hacer varias cosas al mismo tiempo: picar, cocinar y bailar. Las asistentes le agradecieron tanta entrega.
Viviana Calderón no dejó apantallar por el carisma de su colega y optó por demostrar su buen humor. A punta de bromas y de chistes preparó una Jambalaya (especie de paella) al lado del cocinero Luis Ugalde.
En varias ocasiones, Vivi espió a sus contrincantes para pescar información, pero, al final, solo tomó los consejos que le brindó Ugalde. Su receta fue muy bien evaluada por los jueces.
La divertida Natalia Monge sacó a relucir su talento. En un arranque de buen humor y bromas, ella “invitó” a varias de sus grandes amigas: sus personajes Shakira y Martha Emilia, quienes la ayudaron a cocinar junto a Gustavo Briceño de Puntarenas.
Los camarones con salsa de brócoli, preparados por esta pareja, resultaron el platillo ganador, tanto por el apoyo del público –sonoros aplausos– como por la decisión del jurado, compuesto por los chefs tía Florita, Daniel Vargas y Paulina Anex.
Diversión. “Creo que algún día me voy poner un programa de cocina”, bromeó Monge al saberse la triunfadora de la tarde. Aunque nunca ha estudiado cocina, la comida le gusta mucho y tiene la intención de tomarlo en serio.
La alegría y la camaradería entre los participantes fue la tónica del concurso.
Cada uno molestaba a los otros para distraerlos de sus recetas. Esa interacción entre ellos fue gozada por el público, tanto como la preparación en vivo de los platillos.
El equipo ganador donará el premio a una obra de bien social que se elegirá en los próximos días.
“Hacer este tipo de actividades es muy lindo y divertido, más aún, cuando se puede ayudar con un granito de arena a una entidad que lo necesite”, finalizó Monge.