24 horas de viaje, cuatro maletas llenas con vestidos y zapatos, y la mejor de las actitudes han acompañado a Johanna García hasta Guangzhou, China, en busca de la corona del concurso Mrs. Universe , que se disputará este próximo 4 de septiembre.
Esta mujer de 33 años y vecina de Turrúcares de Alajuela, ha tenido que afrontar curiosas diferencias culturales tras su llegada al continente asiático.
Sin embargo, destaca que la experiencia ha sido “maravillosa” y que está dando “lo mejor de sí” en todo momento.
García, quien está casada y tiene una hija de 7 años, conversó con Viva sobre cómo se las ha ingeniado para subsistir al otro lado del mundo. Con entusiasmo, Johanna contó que le ha costado adaptarse a la alimentación, y que ha hecho bastante uso de la tecnología para desenvolverse de la mejor manera.
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Estando allá, ¿cómo se está preparando?
He tratado de descansar bastante. El vuelo fue muy cansado. Por dicha no he sentido tanto el cambio de horario (hay una diferencia de 14 horas). En la noche practico pasarela; es muy importante porque tengo que ir a lucirme, tengo que llamar la atención de alguna manera. He tratado de ser muy disciplinada. A la hora que venga (de los ensayos), tengo que dejar mi cabello listo y la ropa que usaré.
¿Cómo ha estado enfrentando la diferencia del idioma?
No hablo inglés al 100%, pero me la juego. El problema es con los chinos, que solo hablan cantonés y mandarín, y no comprenden cuando uno trata de hablarles en español o inglés. A veces necesito ir a comprar algo a la tienda y no aceptan tarjeta, es muy complicado. Gracias a la tecnología pude bajar un traductor y a punta de teléfono he podido jugarmela. He comprado galletitas, pancito y artículos personales.
¿Ha encontrado alguna barrera cultural?
No, realmente son bastante amables, nos tratan muy bien, son atentos, serviciales. La organización se encarga de que todas tengamos lo que necesitemos. Me llamó la atención que ayer (lunes) que llegamos, nos recibieron con un platón lleno de tomates cherry .
¿Cómo le ha ido con la comida?
Me ha costado un poquito. El hotel es muy lujoso, pero está en la parte rural de China. La comida es tradicional, nos dan pescado, pollo, ayer (lunes) comí pato. He tratado de probar ciertas cosas que me apetecen y me he tratado de adaptar. Hay cosas que no sé que son, son vegetales con una especie de carne, no sé qué son.
¿Ha topado con alimentos más exóticos?
La presentación del pollo es curiosa: tratan de servirlo muy entero, por ahí sale la cabecita del pollo dormido. Hay unas señoras que son vegetarianas, entonces a ellas las tienen en otra mesa.
¿Qué tiene usted que la va a diferenciar de las otras competidoras?
Es curioso, porque yo soy por naturaleza muy alegre, yo le saco chiste a todo y me cuesta ponerme seria. Ayer, (Señora) Perú me dijo que tenía un ángel que muchas no tienen, me sentí bien. Sé que he llamado la atención por mi alegría. La gente busca venir para donde estamos las latinas. Los chinos me dijeron que tengo un cuerpo muy curvilíneo. Los dueños del concurso me analizaron, los vi viéndome y siempre me mostré bastante sonriente.
¿Con qué atrae usted las vibras positivas?
Siempre dejo todo en manos de Dios. Si Él me abrió las puertas para venir acá y todo me ha salido bien, es porque Él tiene un propósito. Mi amuleto es Dios.
¿Cómo va a lucir en la final?
Para la final tengo un vestido dorado que es espectacular, me queda al cuerpo y resalta mis curvas latinas. Voy a llevar el cabello suelto.