Keith Richards, guitarrista, compositor y alma de los Rolling Stones, cumple hoy 70 años guitarra en mano, tras una vida de excesos, problemas de salud y conflictos con el también septuagenario Mick Jagger.
El guitarrista, autor junto a Jagger de temas clásicos como (I Can't Get No) Satisfaction o Sympathy for the Devil, ha sobrevivido a las adicciones que le han perseguido desde su juventud, a pesar de que en una biografía afirmó que nunca ha tenido “problemas con las drogas, solo con la Policía”.
Richards protagonizó gran parte de los escándalos que forjaron la leyenda negra de los Stones en los años sesenta y setenta y fue detenido en diversas ocasiones por posesión de marihuana, cocaína y otras sustancias ilegales.
Su huella se deja notar, entre otros, en el álbum Stickey Fingers, que el grupo publicó en 1971 y está repleto de referencias a la heroína.
Problemas de salud. La salud del guitarrista, uno de los seis Rolling Stones originales --junto con Jagger, Brian Jones, Ian Stewart, Bill Wyman y Charlie Watts-- ha obligado a cancelar o modificar giras del grupo en diversas ocasiones.
En 1990, la banda alegó una infección en el dedo de Richards para cancelar los dos últimos conciertos de una gira que iban a ofrecer en Londres.
Siete años más tarde, la gira del disco Bridges to Babylon quedó alterada porque Richards se había roto una costilla, por lo que se suspendieron, entre otras, dos de las actuaciones previstas en España.
Un accidente del guitarrista obligó a cambiar de nuevo los planes de la banda en el 2006, cuando Keith Richards tuvo que ser operado de urgencias por las heridas que sufrió en la cabeza al caerse de una palmera.
Conflictos. Su relación con Jagger --quien cumplió 70 años el pasado 26 de julio-- ha sido tormentosa desde los inicios de la banda, si bien la ruptura definitiva entre ambos que muchos pronosticaban desde los años ochenta nunca se ha llegado a producir.
Richards ha comparado en alguna ocasión su unión con el vocalista con un “matrimonio”, mientras que Jagger ha desechado esa comparación y ha sugerido que su relación con su compañero es estrictamente “laboral”.
En marzo de 1986 se produjo por primera vez lo que parecía la ruptura definitiva de los Stones por un enfado entre ambos.
Jagger, ocupado con problemas familiares y con la grabación de su primer disco en solitario, no se implicó como Richards hubiera deseado en las sesiones del álbum Dirty Work.
Cuando Jagger quiso reincorporarse al grupo tras terminar su disco, Richards se negó y, por primera vez, la banda no salió de gira tras la publicación de un álbum.