Escuchar“Tengo mis preguntas para ustedes preparadas. Espero que me pongan en jaque más de una vez”, confiesa la escritora salvadoreña Claudia Hernández, cuando se le consulta sobre el conversatorio Narrativa contemporánea , en el que participará hoy, a las 2 p. m., en la Antigua Aduana.
Al lado de Hernández se sentará la escritora y periodista María Montero. Los moderadores serán la periodista Karina Salguero y el escritor panameño Carlos Wynter. Hernández ha publicado seis libros de cuento, un género al que ha acudido ya que el espacio para los escritores jóvenes en El Salvador era limitado: el de los periódicos.
“El cuento era lo más adecuado. En mi país vivimos de situación extraordinaria en situación extraordinaria”, recalca Claudia, cuyos temas ahondaban en las experiencias de la generación a la pertenece y cómo descubrían el mundo. Ahora, retrata vivencias de generaciones anteriores, escribe comedia y trabaja con un director de cine local.
De realidad a historia. Para la autora, quien obtuvo en 1998 el primer honorífico del premio Juan Rulfo, esa narrativa contemporánea se parece cada vez más a la antigua. “Esto en el sentido de que responde a las necesidades de cada comunidad, salvo que ahora las comunidades no están necesariamente en el mismo espacio”, afirma.
Esa premisa, así como las estrategias con las cuales los escritores lidian con situaciones particulares que traducen en lecturas, serán parte de los temas que pondrá sobre la mesa. Para ella, la aparición de nuevos soportes, como el digital, no implica un problema para la narrativa actual.
“Las historias cambian en la medida en que el ser humano lo hace. Los soportes no son un problema, excepto si los desconoces. Una vez que exploras sus bondades, puedes aprovecharlas. El gran problema es siempre la capacidad de observar la realidad y comprenderla para convertirla en una historia”, concluye. Además, Hernández conversará con los cuentistas costarricenses Karla Sterloff, Guillermo Barquero y Rodrigo Soto, mañana domingo a mediodía en el Teatro de la Aduana, en un encuentro que han titulado, Una región de historias cortas.
