La energía acumulada durante los años de ausencia se transformó, anoche, en fuerza y entusiasmo desbordante cuando Alejandra Guzmán subió al escenario del Palacio de los Deportes, con el fin de presentar su espectáculo La Guzmán en Primera Fila .
Conversadora, con una sonrisa imborrable, bailadora y, ante todo, con gran química con su público, así fue este reencuentro entre la cantante y sus fanáticos.
La puntualidad marcó este show . A las 8 p. m., los músicos solo esperaban la llegada de la jefa; con los acordes del contagioso Como ladrones , apareció la diva.
Subió con un enorme sombrero negro –con una cámara portátil en la parte más alta– y vestido negro; pocos minutos después, este traje se transformó en un cortísimo conjunto.
Mírala, míralo apareció como segunda canción. La conexión entre el público y La Guzmán fue inmediata; en las graderías, la gente de pie cantaba con ella cada verso.
La fórmula para este viaje musical estaba clara: un tema de su disco La Guzmán. Primera Fila y luego varios de sus éxitos. Así llegó Ven , en el cual ella recordó que no solo se trata de cantar, sino de vivir, sentir y transmitir cada letra con todo su cuerpo.
Ella comprobó cuán profundo caló en los corazones de los ticos Volverte a amar ; apenas comenzaron a sonar las notas, todo el Palacio de los Deportes en pleno empezó a entonar la canción, y ella disfrutó por unos segundos de ese show que le entregaron.
Guerra fría , Toda la mitad , Ángeles caídos , La ciudad ardió , Loca , Yo no soy de nadie y Mi peor error continuaron animando esa locura colectiva que fue anoche el concierto de la mexicana.
Pura diversión. A las 9:20 p. m., la Guzmán regresó al escenario con otro vestuario, tomó los bolillos y cantó La plaga mientras tocaba la batería.
Hay que saberle reconocer los talentos a la roquera, porque no solo entusiasmó a la concurrencia con ese clásico, sino que mostró que sabe cómo no perder el ritmo.
“Es el mejor concierto de toda la gira, déjenme decirles”, aseguró la cantante, pese a que el Palacio de los Deportes fue, como siempre, un dolor de cabeza para los responsables del sonido.
Al final, los fans estaban tan metidos en la música, que esos detalles técnicos pasaron a segundo plano.
La asistencia a La Guzmán en Primera Fila fue bastante buena; las graderías habilitadas se llenaron y en la zona frente a la tarima (de pie), muy al final, era donde se podían encontrar algunos metros cuadrados libres.
Luego de recibir rosas de uno de sus fans, de vibrar con la respuesta de la masa a cada tema, la Guzmán comenzó a enrumbar su espectáculo hacia la recta final con Yo te esperaba , la cual cantó bellamente acompañada solo de la guitarra y Eternamente bella , en una versión mitad bossa nova y mitad rock . Comenzó a despedirse con Reina de corazones .
“¡Gracias Costa Rica! ¡Salud y rock and roll ! ¡Gracias!”, dijo como primer hasta luego a las 9:40 p. m.
El clamor popular por “otra, otra” la llevó de regreso para dar vida al exitazo de su carrera: Hacer el amor con otro .
Si alguien se guardó algo de energía durante el concierto, en esta canción encontró el espacio ideal para entregarla. ¡Qué intenso sonó el Palacio de los Deportes! Fue un gran coro de miles de almas mano a mano con la Guzmán.
Todo lo que empieza tiene un final y, a las 9:47 p. m., la Reina de Corazones, la dueña de la noche, se despidió de su público, no sin antes recordarles cuánto los quiere.