Este viernes, el grupo Argentino Attaque 77 hará borrón y cuenta nueva con el público tico. La última y única ocasión en que tocaron fue en 1999 en el bar Picachos, en Cartago.
En ese entonces Ciro Pertusi –quien se separó del grupo en el 2009– era el vocalista y la mayoría de los comentarios en redes sociales o foros digitales coinciden en que no asistieron muchas personas.
Luciano Scaglione (bajista) conversó con La Nación sobre esta primera presentación, el nuevo álbum que traen bajo el brazo y el show de esta noche en Club Pepper’s, Curridabat.
“Fue hace muchísimo tiempo y tengo muy buenos recuerdos de todos los lugares en los que hemos estado en Latinoamérica. Sorprendió que nos respetaran tanto como en Argentina”, dijo Scaglione por vía telefónica.
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Con esa premisa, los argentinos esperan conectar con el público tico, uno que se emocionó desde el primer momento en que se anunció la venida de los argentinos.
El concierto iniciará a las 7 p. m. y puede adquirir un boleto en la taquilla por ¢25.000.
¿Qué recuerdos tiene de su primera presentación en Costa Rica?
No creímos hace 18 años que nos conocieran en Costa Rica y el mismo pensamiento surgió en noviembre, cuando nos llegó la invitación a San José.
“Los conciertos también son como suspender el tiempo; hay una posibilidad real de regresarnos esos 18 años a nuestro último concierto en Costa Rica. No sabemos qué nos vamos a encontrar: ¿habrá público de aquella vez? ¿Gente muy joven? Lo sabremos en unos días.
Están celebrando 30 años de carrera, ¿qué significa eso en cuanto a las canciones que interpretarán?
Vamos a tocar algunas de las canciones nuevas, ya que hace seis años no sacábamos material nuevo de estudio y, bueno, llegaremos con mucha tranquilidad. Los años han pasado, hemos crecido en estos 30 años y durar tanto no genera muchísimo placer y más que nada, agradecimiento. Vamos a agradecer con algunos de los temas que sabemos son los favoritos del público.
30 años después, el grupo es otro...
Sí, como personas estamos en otras situaciones, pero obviamente hay cosas de Attaque que tratamos de mantener: el sonido fuerte, la batería intensa, algunos enojos que todavía nos quedan.
”En nuestras letras se reflejan enojos, porque la vida en América sigue siendo injusta y complicada en muchos aspectos y por eso siempre tenemos material de sobra; que no es lo ideal, pero es lo que nos toca. Hemos tratado de incluir también algunas canciones esperanzadoras, para olvidar un rato lo malo.
Dijeron a la revista Rolling Stone que el nuevo álbum no era para prejuiciosos, ¿a qué se referían?
Creo que se trata de un proceso de hace varios años, en los que hemos tratado de tomar otros ritmos para mezclarlos con el sonido de Attaque. Por ejemplo, en el álbum Otras canciones viene el tema No me arrepiento de este amor , que acá en Argentina hacía un cantante de cumbia (Lorena Muñoz).
”Se trata de derribar prejuicios, (expresar) que no todo tiene que ser punk rock y contestatario; uno puede divertirse con la música sin uniforme, sin un estereotipo y tratar de ampliar horizontes”.
¿Hacia dónde les gustaría ampliar su música?
En Argentina hay una tradición con el folclor y el tango muy grande y nos gustaría tomar un poco de esas identidad, la música que se oye en el interior de Argentina. Hay una canción en el nuevo disco que toma un poco de esas raíces folclóricas y las mezcla con el sonido de Attaque.
¿Cuál es el cambio más significativo entre Estallar (2009) y Triángulo de fuerza (2017)?
Las temáticas son las mismas: los gobiernos, las situaciones injustas que se viven día a día. Lo que se cambia es el modo de hacer las cosas y de decir las cosas. En la composición tratamos de que los temas mejoren, la intención no es hacer las mismas canciones que hacíamos cuando teníamos veinte años, sino tomar el rock como punto de partida, no encerrarnos en un solo estilo.
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¿De dónde viene el nombre Triángulo de fuerza ? ¿Es una metáfora del trío que compone el grupo?
Tiene que ver con eso y también con un lugar geográfico que conocimos en Córdoba, en el interior de la Argentina, que es conocido como un lugar con muchas energías y se habla de que ha habido situaciones extraterrestres.
”Nos pareció divertido hablar de Attaque como una entidad extraterrestre, Attaque es más grande que las personas. Sentimos que podíamos reflejar que la música, las canciones y el grupo están más allá que un individuo, que lo grupal es mucho más fuerte.
”Si a esa fórmula se le suma el grupo, la fuerza es aún más grande...
Totalmente y si lo hacés creyendo en lo que estás cantando y en lo que se dice, es más fuerte.
El rock argentino ha cambiado mucho en 30 años, ¿cuál es su impresión de lo que está sucediendo ahora?
En Argentina siempre hay mucho talento y mucha gente buscando su propia identidad. Hemos viajado de México hasta nuestra casa y siempre vemos que hay una intención muy interesante; yo siempre comparo la parte lírica (de los latinoamericanos) con Estados Unidos, donde las situaciones son más cómodas.
”De pronto grupos como Green Day no han vivido el sufrimiento que hemos tenido en tierras con dictaduras militares, con dificultades económicas y lugares con infraestructura débil.
”Creo más en lo que dicen los grupos latinos, gente que la ha tenido que pelear realmente, y que comparados con grupos europeos –en donde las realidades son más cómodas–, los europeos se sienten más tibios.
”La situación de resistir en Latinoamérica debe ser más fuerte, para seguir adelante. Así que, creo que el rock en habla hispana está en buen momento y va a seguir creciendo”.