En los Billboard no pueden haber dos reinas.
Por eso, Britney Spears, Jennifer López e incluso Mariah Carey, se contentaron con apenas algunas migajas de atención y llegaron a Las Vegas solo para ver a Taylor Swift subir al trono.
Simplemente, la rubia las opacó. Las que en antaño fueron indiscutibles protagonistas del evento y se pavonearon por el escenario con múltiples premios bajo su brazo, vieron levantarse a una cantante que llegó decidida a borrar a sus oponentes.
El domingo, a Taylor Swift no le bastó ganar ocho importantes premios. Su estrategia iba dirigida a acabar con todas, desde la alfombra roja hasta en el ámbito sentimental.
Aunque Carey y López desfilaron en la alfombra roja con unos escotes de infarto, Swift no se quedó atrás y llegó a la ceremonia con un traje blanco que dejó ver su lado más sexi.
Sin caer en lo vulgar, Swift no necesitó transparencias ni encajes exagerados para ser calificada como una de las mejores vestidas de la noche. Su entrada fue triunfal y presagiaba grandes cosas.
Y como el amor es el amor, no hubo quien no quisiera echarle un ojo al novio de Swift, el DJ Calvin Harris .
Las cámaras de televisión se posaron sobre la pareja constantemente, sobre todo cuando el galán aprovechaba los festejos de la cantante para robarle un par de besos.
No podía ser de otra manera, pues lo que se rumoraba en la prensa rosa desde hace días se hizo oficial ante millones de espectadores alrededor del mundo. ¡Pues sí, sí había algo entre Swift y Harris! Y medio mundo fue testigo del nuevo amor.
En escena. ¿Y el video de Bad Blood ? Otro punto a favor de Swift.
Como si se tratase de su canal personal de YouTube, Swift estrenó en los Billboard un relampagueante video musical, en el cual, además de su talento, están figuras como Jessica Alba, Selena Gómez, Ellie Goulding y Cara Delevingne, entre otras.
Tan solo minutos después de la develación del video, al audiovisual comenzó a rodar en internet y rápidamente se convirtió en trending topic.
Aunque Britney Spears lo hizo muy bien cantando junto a Iggy Azalea –en un intento por recuperar el brillo de hace algunos años–, sin duda, nada pudo impactar tanto como la sorpresa audiovisual de Swift.
Tampoco le hizo cosquillas Carey, que tras 17 años de ausencia en los Billboard, dejó a muchos defraudados con su interpretación de temas como Vision of Love e Infinity.
En “Infinity fue donde marcó uno de sus peores agudos”, detalló el periódico en línea Huffington Post.