Todo empezó con una sombra. La sombra de Bob Dylan proyectándose en un austero telón blanco. Él, uno de los más grandes músicos modernos del siglo XX, se apareció en el escenario casi fantasmagóricamente. Dio un concierto esta semana en Chile, que fue calificado como: “El mejor del artista en el país, superior a sus visitas de 1998 y 2008”. Lo dijo el diario La Tercera.
No solo Chile, Argentina también, registró desde los medios que Bob Dylan los dejó con la boca abierta: el inoxidable, el maestro que da lecciones de cómo sujetar un concierto sin maquillajes y sin artificios.
Si por la víspera se saca el día, tal y como fue en Chile el miércoles pasado, y en Argentina a finales de abril, y semanas atrás en Brasil, mañana Costa Rica podría estar ante uno de los conciertos más sólidos y frente a quien ha nutrido a la más amplia gama de hacedores de la música: desde Los Beatles y Jimi Hendrix hasta los trovadores.
Sin embargo, hay otras aristas relevantes cuando se trata de una leyenda como él. Por ejemplo, su actuación en Heredia, en el Palacio de los Deportes, quedará registrada como su debut en Centroamérica, tras más de 50 años de carrera activa.
Centroamérica no había tenido esa suerte, y la plataforma de producción quizá que le permitiera hacer realidad esa visita. Como si la había tenido antes Chile –en dos ocasiones– o Argentina que lo vio actuar tres veces: en 1991, en 1998 y en el 2008.
Lo que verá Costa Rica es el
El repertorio está cargado de contenido. Es un paseo por buena parte de la historia sonora de Bob Dylan, que es también un paseo por la historia de la industria de la música.
Para muestra un botón: si entre los casi 17 temas que han compuesto su
Su banda es también un privilegio sonoro. Comandada por Charlie Sexton, un guitarrista de amplio recorrido en el mundo del
Las últimas fechas del
La de mañana es, definitivamente, la cita con la figura que ha alimentando el