La canción de Costa Rica corre paralela a la de Nicaragua. Una y otra vez se han vertido una en la otra, y la mayor evidencia es el cariño del público tico por cantautores del norte como Carlos Mejía Godoy.
Junto con su agrupación, La Palacagüina, el célebre músico se presentará en el Teatro Nacional (hoy) y la Sala Garbo (el sábado), ambas noches a las 7:30 p. m.
Mejía Godoy compartirá el escenario con Dionisio Cabal y La Cruceta, en un encuentro de tradiciones de la nueva canción. “Es un verdadero placer –un momento mágico– encontrarnos, porque somos caminantes de ese mismo derrotero que es la paz, la democracia, la hermandad, el futuro”, asegura Mejía Godoy.
Amigos desde los años 70, Cabal y el nicaragüense compartirán las canciones que cimentaron el género de la nueva canción en décadas anteriores.
“Nos hemos dado cuenta de que Carlos está anclado profundamente en el pueblo costarricense. No hay un lugar donde uno vaya y la gente no coree una canción de Carlos”, dice Cabal.
Han nombrado al concierto Riberas de un mismo canto : a su modo, quieren hablar de esa frontera invisible junto a la cual discurren las artes de los pueblos tico y nica.
“El título es una alusión directa al río San Juan. Ese río puede ser el símbolo de todo lo contrario para los políticos que lo han utilizado. Son dos realidades que fluyen paralela y unívocamente. Somos dos países con un destino que está ligado”, señala Cabal.
Historias. Los Mejía Godoy han sembrado su música en Costa Rica por largo tiempo. Luis Enrique y Carlos Mejía Godoy fueron parte de “la banda sonora de la Revolución”, como dice Carlos.
“Me siento contento de saber que aún los nicaragüenses nos recuerdan como un eco de aquellos años espléndidos de la naciente Revolución”, dice el cantautor.
Luis Enrique y Carlos viajaron constantemente entre Costa Rica y Nicaragua en los años 70: así tejieron una relación musical con artistas locales como Cabal.
¿Algo separaba a las tradiciones de ambos países? “Nunca sentí esa frontera a través del canto. Asumo que la canción misma fue borrando esas diferencias. Siempre veo ese fenómeno como la urdimbre de un petate que con toda espontaneidad y en un sentido un tanto mágico”, cuenta Mejía Godoy.
‘Esa imbricación de los quehaceres de ambos pueblos es tal que cuando vine a Costa Rica y conocí a Emilia Prieto – a quien yo llamo la abuela de la tradición oral costarricense – era como encontrarme con una señora de Nicaragua. Estuvimos con ella peleando por esa cultura popular, recopilando leyendas, canciones, decires, retahílas... todo ese imaginario nicaragüense y costarricense’, explica el artista.
En cierto modo, esa es la aspiración de Mejía Godoy: unir espíritus a través de la música. “Intentamos que la canción nicaragüense y costarricense afirme esa hermandad indestructible entre los pueblos, muy contrario a todo el discurso oficial”, explica.
“Deseamos aprovechar ese caudal, esas aguas que corren inevitablemente y que unimos en la construcción de esa hermandad centroamericana”, concluye Mejía Godoy. Hechos de lo mismo, entonamos ritmos hermanos.
---- Dionisio Cabal y La Cruceta se unirán con Carlos Mejía Godoy y la Pacalagüina hoy a las 7:30 p. m. en el Teatro Nacional. Debido a que prácticamente todas las entradas se vendieron, harán un nuevo concierto en la Sala Garbo el sábado a las 7:30 p. m. Entradas: ¢7.500 y ¢10.000.