Tiene tanto trabajo que le costó encontrar tiempo para hablar de sus logros, pero Daniel Rojas Wang, compositor costarricense, se declara muy afortunado de trabajar junto al creador alemán Klaus Badelt .
Este amante del
Ahora el muchacho de San Pablo de Heredia, al que muchos de sus compañeros del Colegio Saint Francis recuerdan como el fiebre que se pasaba con su guitarra eléctrica Ibanez RG 220, tiene que dividir su tiempo entre Francia y Hollywood, para trabajar con músicos como Bryan Adams o cumplir con las asignaciones de su jefe.
Actualmente, el joven, cuyo nombre figura en los créditos de una veintena de audiovisuales registrados en imdb.com , está de lleno en el proceso de composición de la música de la película de terror
“Esta cercanía (trabajar al lado de Badelt) es excelente, pero también un infierno en algunas cosas. Es increíblemente meticuloso, sumamente detallista. A veces es frustrante, él me corrige hasta que es feliz”, aseguró Rojas.
El costarricense, graduado de University of North Texas, debió cumplir en poco tiempo tareas propuestas por Badelt. Según Rojas, su actual jefe ya tenía todas las respuestas, solo quería medir la capacidad del tico.
Ahora que labora a tiempo completo para el alemán, forma parte de un equipo que incluye a los compositores Andrew Raiher , Ian Honeyman, Christopher Carmichael y Mark Yaeger ; además de Simone de Leuw, mánager de Badelt.
Su labor en la actualidad se divide entre componer música para un solo instrumento, hasta toda una orquesta; también usa su talento como guitarrista o realiza arreglos de ideas de su jefe.
“En ocasiones es escribir completamente la música desde cero, bajo la supervisión de Klaus. En otros momentos él está con una idea, me llama y me dice qué necesita y para cuándo”, añadió el joven.
Como parte de su trabajo, realizó parte de los arreglos de la música para la película animada Jock , especialmente para tres canciones en las que canta Bryan Adams.
“A él lo conocí bien, trabajamos, vino al estudio y me llamó mucho la atención su humildad. Fuimos a comer comida mexicana a un lugar donde el almuerzo costaba $7 y me parecía que era algo extraño para alguien de ese nivel”, añadió.
Metas tiene muchas, la más importante desarrollarse y llegar a tener su propia empresa y emular el ejemplo de Klaus Badelt.