Ganó el Grammy pero Danilo Montero sigue siendo el mismo . Ama la música, pero ni los escenarios y ni el premio que lo bañó de oro lo desvelan.
Dice que el foco de su vida es Dios y acompañar a la gente en el viaje vital. Todo lo demás es secundario, incluso su talento.
El tico, quien desde hace 15 años reside en Estados Unidos, se muestra emocionado de volver a cantar en Costa Rica y promete grandes cosas para la segunda versión de Un canto al verdadero amor , el concierto que con Arnoldo Castillo protagonizará mañana en Casa Oasis, en San Miguel de Santo Domingo de Heredia.
En entrevista con Viva , Montero habló sobre el show , su vida como artista cristiano y algunos asuntos controversiales.
El sábado usted participará en la segunda versión del show Un canto al verdadero amor . ¿Porqué decidió repetir la experiencia con los ticos?
Creo que es el buen sabor que queda después una buena cena. Dan ganas de regresar al mismo restaurante.
“La primera vez no sabíamos que esperar pero todo sonaba muy bien. Era un concierto con Arnoldo Castillo y la Filarmónica, que goza de un momento de gran popularidad. Todo resultó ser increíble, nos encantó la asistencia y la conexión con la gente.
Del primer show , ¿recuerda algún momento en especial?Hay una canción que escribí hace muchos años, con un amigo, y siempre nos tocó mucho. Está basada en un salmo, el 73, y se llama A quien tengo yo .
“Es una canción que en ese tiempo grabé con arreglos de sintetizadores y en el concierto pasado la orquesta la montó con música en vivo. Realmente me conmovió mucho como sonaba, fue espectacular, maravilloso.
Con respecto a la primera versión, ¿qué cambios tendrá el show del sábado?
Se trata de traer algo nuevo. De algún modo similar para darle oportunidad a los que no estuvieron el año pasado y algo diferente para quienes quieren escuchar algo distinto.
“De todo el repertorio, Arnoldo y yo cantamos unas seis canciones juntos. Luego Arnoldo cantará temas que han sido muy populares dentro del género cristiano, éxitos ( covers ). En mi caso, yo interpretaré temas que resumen mi carrera de 25 años e incorporaré canciones de mi más reciente disco, La carta perfecta , que fue el que ganó el Grammy en el 2014.
Como artista, ¿qué concepto tiene usted de su Arnoldo Castillo, su compañero de show ?
Es un extraordinario cantante. Lo admiro muchísimo.
“Él tiene una gran versatilidad dentro de la música, tiene un conocimiento amplísimo. Pero ahora que tiene esta experiencia de fe, aporta un sentimiento impresionante a algunas canciones que yo escuché por años”.
LEA MÁS : Danilo Montero gana un Grammy Latino al mejor álbum de música cristiana
¿Y sobre la Filarmónica?
Esa visión que ha tenido el maestro Marvin Araya es fabulosa. De no ser por esa visión de unir lo clásico con la cultura popular muchas personas se quedarían sin disfrutar de esto.
”Además Araya se abre a la música de contenido espiritual, porque entiende que hay un segmento grande de la población que quiere este tipo de música”.
Luego de ganar el Grammy ¿cambió en algo su vida?
Yo creo que cambió poco, si es que cambió algo. Cuando el Grammy llega (en el 2014) , la música es una amor muy grande para mí, pero yo estoy enfocado en otra cosa, que es acompañar a las personas en el viaje de la vida con elementos de la fe en Dios, eso es lo que me apasiona.
”Entonces no podía dispersarme. Pensar que el Grammy me forzaría a invertir dos terceras partes de mi tiempo en la música no era una posibilidad y me quedé haciendo lo que estaba haciendo”.
Como tico y cantante cristiano, que lleva su mensaje a todo el mundo, ¿siente algún tipo de responsabilidad extra?
Se trata de un privilegio y una responsabilidad muy grande, ya que el ministro o cantante cristiano tiene una particularidad: el mensaje que vos compartís con la gente tenés que vivirlo.
”Es un mensaje tan sublime, que demanda de uno humildad y ser consecuente con lo que uno es. Eso es duro (...) porque son principios de vida (...). Eso requiere un quebranto personal. Necesito que el mensaje de Dios me moldee a mi primero”.
Actualmente, sobre todo en redes sociales y diversos sectores, se reportan constantes ataques y menosprecios al mensaje cristiano. ¿Cómo maneja esta particularidad?
Siempre ha sido así. La fe cristiana siempre ha sido atacada. Es parte de la fe. La fe cristiana nace entre oposiciones, desde la propia nación que la vio nacer, Israel. Luego fue el Imperio Romano. No vivimos nada diferente ahora.
”Pero Dios les dice a los creyentes que si a Él lo persiguieron, a ellos los van a perseguir también. Dichosos los que sufren por el reino de los cielos, dicen en el pasaje de las bienaventuranzas”.
Muchos critican a los músicos cristianos de mercadear con la fe. ¿Qué piensa al respecto?
Usar esa palabra, mercadear, es un gran error. El que manipula con algo tan sagrado como es la fe, tarde o temprano se le cae la máscara. Jesús dijo: “Por sus frutos los conocerán”.
”Si conoces a alguno que haya hecho millones preséntamelo. Creo que la gente que habla así es por desconocimiento de lo que es un ministerio cristiano y cómo funcionan las cosas. La cruda realidad es que muy pocas personas podrían llegar a hacerse millonarios con la música cristiana”.
LEA MÁS : 6.000 almas cantaron por su gran amor
Con la oposición de los diputados evangélicos, en Costa Rica se acaba de aprobar un decreto que aprueba la fertilización in vitro. Como cantante y pastor, ¿qué opina al respecto?
Hay preocupaciones de carácter ético cuando hablamos de fertilización in vitro, serias implicaciones de lo que significa un preembrión y un embrión. Es una vida humana y cuando el proceso requiere la escogencia o manipulación en la tecnología de la reproducción humana hay preocupaciones grandes que tenemos que seguir cuestionando.
”Hay que seguir preguntándose : ‘¿Es eso lo correcto?’ ¿Qué puede significar que, al día de hoy, estemos diciendo ‘Este embrión sí, y este otro lo desecho’. Eso le preocupa a cualquier cristiano; por eso nuestro segmento tiene que seguir planteando la santidad de la vida como obra de Dios y en ese sentido las complicaciones éticas y filosóficas son enormes”.
”Tiene que darse una discusión, no como una oposición a la ciencia, que podría ser un medio para aliviar el dolor de las parejas que no pueden tener hijos, pero sí pensar que no todo lo que los seres humanos queremos hacer está dentro del respeto de la vida humana... Eso sí, no podemos forzar a la sociedad a pensar como nosotros, pero tenemos que seguir predicando”.