El martes, las salas de Cinemark, en Multiplaza Curridabat, fueron las elegidas para el estreno de One Direction: This Is Us , película que se sumerge en la vida y la esencia del grupo juvenil británico más relevante de la contemporaneidad.
Alrededor de 850 personas, la mayoría mujeres adolescentes, compraron entradas para la premier, pactada para empezar cerca de las 7 p. m. Sin embargo, los organizadores tuvieron problemas con boletos duplicados y no oficiales, por lo cual se tuvieron que enfrentar a unos cuantos contratiempos.
Las fans tenían prisa de sentarse en sus butacas, pero la espera era provechosa: desde antes del mediodía rondaban las salas, y mientras más Directioners (como se hacen llamar) llegaban, más gritos sonaban. A las 5 p. m., el ambiente era estridente y reflejaba la emoción con la que estos jóvenes abrazan todo asunto relacionado con la banda.
Cualquier cámara era causante de un jolgorio, incluso quienes apenas iban llegando a la fila se apuntaban al griterío sin saber muy bien por qué. Horas después, se entendería este como un lenguaje efectivo para las Directioners , quienes al momento de ver el filme no podían escuchar lo que pasaba debido a sus propios alaridos.
Así es en Costa Rica y en el resto del mundo: el entusiasmo casi hiperbólico de las fans del grupo es evidente en muchas de las escenas de One Direction: This Is Us , que defiende esa actitud señalando que las fans no están locas, sino muy emocionadas.
Durante la función, el logo de Columbia Pictures y el de las productoras de la cinta fueron recibidos con más gritos. Aquello siguió hasta las primeras tomas de Niall Horan, Zayn Malik, Liam Payne, Harry Styles y Louis Tomlinson, estrellas causantes del frenesí y únicos capaces de convertir los gritos en cánticos, desde el primer tema que sonó en la película, cuando finalmente se pudo escuchar lo que estaba pasando en la pantalla.
Al ser en formato 3D, cada acercamiento de la cámara a alguno de los cantantes suscitaba gemidos y otras expresiones de euforia de las fans, quienes casi se derretían cuando Zayn Malik aparecía con el pecho al descubierto.
One Direction: This Is Us es un buen documento del momento que viven cinco músicos que, para bien o para mal, juntos o separados, van a estar presentes en el pop moderno durante mucho tiempo más.
Claro está: será el mismo tiempo el cual se encargue de corroborar cuán comparable es el fenómeno de Directioners con la Beatlemanía de los años 60, tal como lo señala la película en varias ocasiones.