En el mundo hay muchos concertistas, pero músicos que hagan improvisaciones sobre temas clásicos, muy pocos. Esta semana, una pianista de este reducido grupo podrá ser escuchada por los ticos.
Se trata de la pianista venezolana Gabriela Montero; esta artista, quien ha tocado con la Filarmónica de Nueva York y de Los Ángeles, participará en dos conciertos.
Los encuentros serán hoy, en la presentación de la Youth Orchestra Of The Americas (YOA), donde tocará el Concierto para piano No.2 en do menor opus 18 , de Serguéi Rajmáninov, y mañana y el domingo, en el VI concierto de la Temporada de la Orquesta Sinfónica Nacional. En este último encuentro tocarán el Concierto para piano No.1 , de Felix Mendelssohn.
Sobre su excepcional talento, Viva conversó con esta artista.
Esta mañana fue su primer ensayo con la OSN, ¿qué tal estuvo este primer encuentro?
Muy bien, los músicos están llenos de energía y vitalidad; con ese calor latino que los tienen listos para asumir riesgos.
En el concierto de la YOA realizará una grabación para su próximo disco. ¿De qué se trata este nuevo proyecto?
La idea es crear un disco con el repertorio de Serguéi Rajmáninov, mi obra Expatria y algunas improvisaciones donde se muestran las tres facetas de lo que yo hago: interpretación, la composición y la improvisación. Escogí a la YOA para realizar este proyecto por mi relación con ellos y por la forma en la que hacen música a través de la pasión y la energía. Es una orquesta y un director fabuloso; quería que ellos me acompañaran en mi primer grabación con orquesta.
Este es un espaldarazo a la YOA. ¿Por qué es importante para usted apoyar estas iniciativas?
El hecho de que sea una orquesta de las Américas es muy simbólico del talento que tenemos en este continente; también se trata de las oportunidades que ofrece un proyecto como la YOA tanto para los jóvenes como para mí como compositora. Vamos a crear un disco interesante, único y lleno de vida que es de lo que se trata la música clásica.
¿Por qué es tan importante la creación de programas como el de la YOA?
En nuestros países hay muchos extremos sociales, económicos de ideologías, somos países contrastantes. Me parece importante que todos tengamos acceso a la belleza a través de la música, a conectarte con algo que de verdad te mueva y te haga ser un mejor ser humano.
Usted se ha dedicado a la música desde que era bebé. ¿Cuándo descubrió su talento para improvisar?
Desde los primeros momentos cuando comencé a tocar el piano a los siete u ocho meses de edad empecé a improvisar. Para mí, improvisar forma parte de quien soy, es como hablar, como tener una conversación contigo. Cuando estoy improvisando no estoy controlando nada, ni pensando en nada, es algo que emana de un fuente de música a la cual me conecto.
¿Cómo describiría la sensación de improvisar?
Improvisar es como tirarte a un vacío y saber que vas a volar; es una libertad absoluta donde las oportunidades son ilimitadas y eso es algo que me encanta, es casi adictiva la sensación de hacer lo que quieras.
¿Cómo hace estas improvisaciones?
No lo sé. Lo interesante para mí es que no es consciente, es algo subconsciente, donde mis manos lo que hacen es llevarme. Es un proceso superliberador.
En sus conciertos usted le pide a la gente que le tararee alguna pieza. ¿Se ha enfrentado a algún reto particularmente difícil a la hora de improvisar para el público?
La improvisación siempre fluye. Claro hay temas mejores que otros, pero siempre ocurre y sale algo.
¿Qué es más difícil para usted: tocar un concierto de un gran compositor o improvisar una pieza?
Dejarse llevar en el piano es muy fácil (suelta la risa). Lo importante es tocar obras que a uno le hablen donde uno pueda decir algo, donde se pueda crear un mundo especial, donde puedas aportar tu sello como artista y decir algo a través de esa obra.
¿El improvisador nace o se hace?
Se nace, definitivamente. No son muchos, pero creo que puede haber algunos ocultos y siempre que puedo los invito a salir del clóset.
¿Qué recomendación le da al joven artista para que deje fluir esa creatividad?
No existen fórmulas, métodos o reglas para llegar a cierto punto en tu carrera como músico. Lo que recomiendo es ser completamente honesto con lo que tu quieres decir; hay que escuchar a los grandes maestros del siglo XIX y siglo XX y continuar buscando la comunicación más directa a través de tu instrumento, que tu instrumento sea una voz, la carrera no importa, lo que importa es lo que llegas a hacer como artista y después a lo mejor viene la carrera artística.