Fue un concierto que prometía hacer del Estadio Ricardo Saprissa una gran pista de baile y se cumplió. El espectáculo Son para bailar, que se realizó en dicho lugar el pasado sábado, cumplió con creces ese objetivo.
Según confirmó la productora One Entertainment, más de nueve mil personas pudieron disfrutar de este concierto, que reunió en un solo escenario a tres de los más importantes exponentes de la música tropical: Olga Tañón, Luis Enrique y Gilberto Santa Rosa.
Si bien la llamada Mujer de fuego dejó un público completamente encendido y enfiestado, el salsero nicaraguense no logró mantener los ánimos arriba durante su presentación en el recinto tibaseño.
A las 9:55 p. m., el cantante salió al escenario interpretando algunos de sus más importantes éxitos, como Locos los dos y un medley que incluyó Desesperado , Compréndelo y Tu no le amas, le temes.
Sin embargo, Luis Enrique no consiguió hacer ese “clic” necesario para conectarse con el público, que sí disfrutó de los temas que lo hicieron popular en la década de los noventa, pero no así con los más actuales como El reto .
Quizá algunos de los momentos en los que más brilló fue cuando interpretó Autobiografía , que relata su historia como inmigrante, además de Yo no sé mañana , con la que se despidió de los asistentes luego de poco más de una hora de show.
“Me llevo este momento en mi corazón. Gracias Costa Rica, por ser un país hermano de gente muy hermosa”, dijo el músico.
Cierre. Luego de media hora, tiempo que fue invertido en el acomodo de los músicos e instrumentos, el Caballero de la Salsa finalmente se encontró cara a cara con su público, a las 11:30 p. m.
Déjate querer fue el tema escogido por el boricua para encender nuevamente los ánimos, lo que en cuestión de segundos hizo que el estadio se convirtiera, nuevamente, en una gran pista de baile.
Con el carisma y la entrega que lo caracterizan, Gilberto Santa Rosa se metió a los asistentes en el bolsillo. Pese a estar un poco afectado de su garganta, el cantante complació al incluir en su repertorio canciones como Un montón de estrellas , Mentira y Conciencia .
“Para mí es un honor compartir este escenario con dos de los músicos que más respeto y a los cuales considero mis amigos. En especial, quiero darle las gracias a Luis Enrique por prestarme su bufanda para que no pasara tanto frío”, expresó.
En casi hora y media, Santa Rosa logró hacer un repaso por sus temas más conocidos, gesto que fue agradecido por sus fanáticos más fieles que se quedaron hasta el final de su presentación.
La agarra bajando se convirtió en el cierre perfecto de una noche, en la que hubo de todo y para todos los gustos. Ni el frío, ni la leve llovizna que cayó por algunos minutos en el Ricardo Saprissa, pudo detener el calor y el sabor de la fiesta que se bailó al ritmo tropical.