San José
Pasión por ver a sus ídolos, tecnología y buena organización se unieron para que 91 jovenes hicieran fila, de manera alternada, para ser los primeros en ingresar al Estadio Nacional y ver a la legendaria banda Metallica el 5 de noviembre.
Los 91 muchachos se dividen en dos grupos: uno de 51 que llegó desde el 3 de octubre al costado noreste del Nacional; y otro de 40 jóvenes, que desde el jueves 6 se unieron a la fila. Se van turnando por horas para "cuidar el campo".
LEA: Habilitan nueva localidad para el concierto de Metallica en Costa Rica
Jean Pierre Corrau, de 22 años y vecino de Alajuela le contó a Viva que meses atrás, "amigos de sus amigos" acordaron crear un grupo de WhatsApp por medio del cual se organizarían para ir "de fijo" a hacer fila un mes antes.
"Estar detrás de las barandas" y tener a sus ídolos frente a frente es su misión. Así lo confirmó Víctor Segura, de 26 años, –quien comparte sillas y techo de plástico con Jean Pierre–, y quien ya acumula experiencia en esto de hacer fila días o semanas antes de conciertos.
"Esta será la segunda vez que vea a Metallica. He hecho fila para ver a Black Sabbath y a Iron Maiden y por Judas Priest esperé 27 días", detalló.
Sin límites. Sobre la manera en la que los fanáticos distribuirán los espacios, Corrau y Segura explicaron que cada uno "se ganará" un campo en la fila, todo dependerá de la cantidad de días y horas que pasen como celadores protegiendo el lugar de privilegio.
Incluso contaron que el compromiso ha sido tal, que hay fans que llegan a La Sabana desde Sarapiquí y Naranjo.
"Ellos vienen aunque sea una vez por semana, pero vienen. Hasta el momento todos nos hemos llevado muy bien", contó Segura.
Solidaridad. Una tienda de campaña después, se ubica una armazón que tiene palos como base y bolsas plásticas como techo, en ese lugar aguardan Fabián Chaves, Carlos Delgado y Mauricio Jiménez. Ellos son parte del grupo de 40 personas, que de igual manera se van turnando para cuidar el campo.
"Yo trabajo en un call center, salgo a la 1 de la tarde y me vengo a pasar la tarde acá. Cuando tengo libre al día siguiente lo que hago es que paso la noche aquí. Tenemos tiendas de campaña equipadas con colchones", Contó Chaves, vecino de Hatillo y de 22 años.
Chaves, Delgado y Jiménez, además de compartir un "galerón" improvisado tienen en común un deseo y es "disfrutar el concierto al máximo y ver a sus ídolos lo más cerca posible".
"Lo más duro han sido las lluvias, pero aquí todo vale la pena. Si en algún momento se necesita algo, entre todos nos ayudamos", comentó Chaves.
Y así quedó demostrado: cuando Víctor Segura llegó donde estaban sus "vecinos" a pedir algo de tomar, ellos con toda cordialidad lo invitaron a pasar adelante y le brindaron una botella con jugo.