El viernes 13 de noviembre se convirtió en una fecha hito para la música pop, y es que dos de los grandes representantes de la época decidieron publicar sus últimos discos el mismo día: Justin Bieber y One Direction.
Purpose es obra del canadiense y Made In The A.M. es el álbum de la banda británica-irlandesa. El hecho de que ambas producciones hayan visto la luz el mismo día podría ser una estrategia de mercadotecnia o una mera coincidencia, pero lo cierto es que en ambos discos se muestra la madurez musical que los artistas desean.
Hasta el momento, el único que se ha manifestado por lo que podríamos llamar una “casualidad” ha sido Justin. “Ellos realmente no están de gira, pero estamos hablando de ellos en este momento, por lo que les da un poco de promo, ¿verdad?” dijo el artista en una entrevista radiofónica en Nueva Zelanda y agregó: “Por lo tanto, probablemente eso es por qué lo hicieron ... Creo que fue una estrategia de su parte porque mi fecha de lanzamiento se dijo primero”.
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Cambios. Si bien mantienen parcialmente la fórmula pop que los hizo ricos, también dejan entrever las dificultades de caminar a la adultez en la cima de la fama, explicó la AFP sobre su percepción de ambos discos.
En el caso de Bieber, el artista expresó desde el comienzo del disco su posición actual en su carrera. “Mi vida es una película y todo el mundo está mirando", entona el cantante de 21 años. El crecimiento artístico es notorio tanto en la lírica como en la música de los temas.
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Tras tres años de ausencia en los estudios de grabación, Bieber juega con un ritmo house suave y tropical, alejándose del típico sonido pop-R&B que lo igualaba a cualquier otra estrella del pop, esto gracias a la dirección que encontró en los productores electrónicos Skrillex y Diplo.
Bieber apostó en Purpose a rehabilitar su imagen de estrella luego de varios años generando titulares de prensa sobre sus problemas con la justicia y no sobre su música.
En el caso de los chicos de One Direction, que han mantenido como tradición lanzar un álbum cada año en noviembre desde su primera producción en el 2011, dejaron de lado el pop ligero y decidieron ponerse a roquear.
Tras la salida de Zayn Malik, miembro fundador del grupo, los de One Direction mantienen su preferencia por las pegajosas canciones de amor, pero al mismo tiempo la letra parece recordar con nostalgia el pasado glorioso de la banda, según apunta AFP.
Los artistas necesitaban estos cambios, así como lo hicieron en su momento Miley Cyrus y Taylor Swift. Lo que queda para los Beliebers y los Directioners es seguir apoyando a su predilecto en la carrera por conseguir los primeros lugares de las listas y las ventas.