Este año, cuando Justin Bieber se presentó en los Video Music Awards de MTV, durante su interpretación del sencillo What Do You Mean?, se podía escuchar, a través del micrófono, su respiración agitada en las partes en las que ni siquiera lograba cantar bien todos los versos. Al final, el canadiense se echó a llorar en frente de la audiencia y las cámaras; mientras, el público no podía parar de aplaudir (y Miley Cyrus no podía dejar de decir “wow”).
En entrevistas posteriores a la presentación, el ídolo pop reveló que el llanto fue consecuencia de una puesta en escena tremendamente emocional. Recuerda que tenía cinco años de no presentarse en una entrega de premios y que la última vez lo abuchearon.
“No esperaba que me apoyaran de la forma en la que lo hicieron”, le confesó a Jimmy Fallon en su programa. “Trabajé tan duro en este disco, en convertirme en el hombre que quiero ser, pero cuando uno está en medio de esa situación no puede evitar sentirse juzgado, y yo quería ganar tanto que puse todo en la línea. Eso hizo especial el momento emocional del final: que fue auténtico, real”.
Ese instante fue uno de los escalones del camino a la redención de un hombre de 21 años que alega que la fama estuvo a punto de destruirlo. Meses antes, Bieber fue el blanco de chistes del roast suyo en el canal Comedy Central, donde un combo de comediantes y celebridades hicieron mofa del cantante (y de sí mismos) mientras él los veía sin decir nada.
Cuando llegó su turno de hablar en el roast, en una nota seria, dijo: “He decepcionado a muchas personas en los últimos años, pero sé que puedo hacer buena música y cambiarlo todo. Perdí algunas de mis mejores cualidades y, por eso, lo siento. Espero ser alguien de quien puedan estar orgullosos y puedan admirar”.
Caos orquestado. En los últimos dos años, Bieber ha sido arrestado, abandonó a un mono en Alemania, insultó a Bill Clinton, orinó en público (y el mundo se dio cuenta gracias a un video viral) y apareció desnudo en un par de fotografías, entre otros escándalos propagados por los medios de comunicación.
Todo esto podría parecer accidentado, pero, en el 2013, el reportero de cultura pop Jon Caraminaca vaticinó en The New York Times que la estrella necesitaba limpiar su pasado y encontrar algo para volver a ser celebrado.
“Hacerse canalla podría ser la única forma de salvar su carrera”, escribió. “Empero, Bieber tiene dónde aterrizar: El campo de juego de las estrellas masculinas y adultas de pop está asombrosamente desnudo. Su única competencia es el otro Justin, Timberlake, y quizá nadie más. Y para progresar como un adulto, Timberlake desapareció y emergió formado. Sin embargo, Bieber no tiene esa opción: él es inexorablemente escudriñado y documentado, por lo cual su muda tiene que tomar lugar en público”.
Exactamente así sucedió, pero, durante el proceso, Bieber cambió inesperadamente el enfoque de su música y actualmente está a las puertas de lanzar Purpose, el que podría ser el disco más honesto y distinguido de su carrera artística.
Recordemos que hablamos de una carrera que comenzó hace apenas siete años –cuando el cantante tenía 14– y que en tan poco tiempo ha agrietado la corriente pop entre detractores y fans que se obsesionan mucho con su música y su persona, y, como él, también crecen (o tienen que crecer).
Cambio. Justin Bieber ha dicho que varias de las canciones que lanzó en el pasado no le gustan actualmente y que las hizo por presión de su disquera. El último disco, Believe (2012), fue su cuarto álbum en entrar al primer puesto de ventas, según la revista Billboard, pero el cantante alega que se cansó de esa fórmula y buscó algo fuera de la zona de confort suya y de su empresa.
En el 2013, conoció al productor de 36 años (hasta ahora desconocido) Poo Bear y, desde entonces, la química rindió tanto que escribieron juntos más de un centenar de canciones, de las cuales 13 forman parte de Purpose. En los temas también metieron mano los productores Skrillex, Diplo, Rick Rubin y Benny Blanco. Que en los créditos no aparezca Max Martin (productor de pop en boga) no es casualidad: hay una caja en el pop, y Justin Bieber quiere colocarse fuera de ella.
“Escucho canciones en la radio y realmente no me considero fan de lo que está pasando actualmente en la música. Lo escucho y digo: ‘Ugh, ¿por qué están poniendo tanto esto?’ Tengo tanta buena música que quiero compartir con el mundo”, manifestó recientemente en una entrevista en Australia con la revista Complex.
Dice eso con una confianza ciega en esta colección de temas, de la cual se conocen varios sencillos que confirman sus declaraciones quizá arrogantes. La popularidad masiva y las buenas críticas de sencillos frescos como Sorry y What Do You Mean? comprueban que Purpose podría izar la figura de Justin al interés de nuevos públicos, fuera de la burbuja del pop para adolescentes.
What Do You Mean? es la vigésimo tercera canción en la historia que debuta en el primer puesto de la lista de popularidad de la revista Billboard, y Bieber se convirtió en el artista más joven en lograr tal faena. Sorry, actualmente, se ubica en el segundo puesto de la lista. Claramente, todo apunta a que el álbum desplazará todo este viernes, cuando salga a la venta.
El disco, además, incluye Where Are Ü Now, el himno EDM-pop que publicó en febrero en colaboración con Diplo y Skrillex (la letra es de Bieber y Poo Bear) para Jack Ü, el disco cooperativo de los DJs y productores, quienes tenían la intención de llevar el EDM a un público más amplio. Este sencillo se convirtió justamente en el primer top 10 de sus carreras.
Lavado. Para cambiar sus actitudes y a la postre transformar su propuesta musical, Justin Bieber no solo procuró hacerse una limpia propia (que todavía sigue resolviendo, sin duda), sino que se alejó de algunos personajes tóxicos en su vida, a quienes no nombra directamente pero los tabloides más incómodos señalan a la libre.
“Hay gente increíble, del tipo amable, gente impresionante y alegre, pero yo solo podía ver a la gente basura que se estaba aprovechando de mí. Cuando uno tiene esa perspectiva, la forma en la que actúa cambia. Básicamente, empecé a ser como: ‘¡Al carajo todos!’. Luego empecé a hacer mi propia cosa, me metí en problemas –nada que otro veinteañero no haría–, me rebelé un poco.
”Ahora, con 21 años, estoy encontrándome y rodeándome de gente muy cool que no tiene miedo de decirme qué es real”, dijo a Complex. “Estoy harto de ponerme una máscara y hacer un show para esas personas. Solo voy a tratar de ser yo mismo y, si no les gusta, no gusta. Yo sigo adelante”.
Después de todo, Baby –su primer éxito masivo– sigue siendo el video con más ‘no me gusta’ en la historia del portal de videos YouTube, y aún así ninguna expresión de odio parece amenazar el obvio trayecto de Justin Bieber hacia el reinado del pop.
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RIFA, RIFA: Universal Music y La Nación regalarán tres paquetes de Bieber (con reloj de pared y una copia del disco Purpose) entre todos los fans que comenten la noticia (en la caja de comentarios de abajo) y nos cuenten cuál es su artículo de Justin Bieber más preciado.
Anunciaremos ganadores el viernes antes de mediodía, y los ganadores deberán compartirnos sus datos personales ese día en la tarde, para recoger los premios en la fiesta para escuchar el disco que Universal tendrá el sábado 14 de noviembre, de 1 a 3 p. m., en Esquina 29.