La cálida voz de Mary McBride ha amenizado tardes en pueblos paquistaníes y ha vibrado en estadios repletos en Vietnam. La cantante de pop y rock viaja por el mundo como una de las “enviadas culturales” del Departamento de Estado de los Estados Unidos: su misión es esparcir el amor por la música y, con él, la cultura de su país.
McBride compartió con los costarricenses esta semana, en cinco conciertos de muy distinta naturaleza. El domingo acompañó la celebración del Día del Orgullo LGBT; el lunes, a un grupo de mujeres que sufrieron violencia doméstica en San Ramón. En San José, participó en un concierto en el Teatro Eugene O’Neill, y ayer, en el Centro Nacional de Cultura . Hoy celebrará el 4 de julio con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos.
“Este es nuestro decimosétimo país. Habremos visitado 20 antes de que acabe el año”, cuenta la cantante. Como cultural envoy , ofrece conciertos en distintos puntos de cada país, incluyendo albergues de ancianos, hospitales, orfanatos y espacios donde, usualmente, no hay música en vivo.
“Es una forma increíble de ver lo que sucede en cada nación, y nos permite tocar música de una manera que, esperamos, pueda hacer una diferencia”, señala McBride. Es similar a su proyecto en casa, The Home Tour . Con él, viaja por hospicios, hogares para veteranos, huérfanos, ancianos, personas que viven con VIH y sida y discapacitados. Comparte su arte con “gente que, de otro modo, no podría disfrutar de música en vivo”.
“Para nosotros, es una manera usar nuestra música para cambiar las vidas de la gente para bien, en nuestra pequeña manera”, dijo. El proyecto inició cuando visitaba un albergue para personas de la tercera edad, y dos mujeres le sugirieron tocar allí, en su sala, pues nunca podrían ir a un concierto.
“Cambié de inmediato el curso de lo que estaba haciendo. Es un placer tocar para gente que está realmente feliz de que estemos con ellos. También, están felices de que reconozcamos que están allí, porque, en muchos casos, son poblaciones invisibles. Están enfermos o ancianos, y aman la música tanto como todos los demás”, explica la artista sobre su proyecto.
Para McBride, la música se ha convertido en una forma de comunicarse con gente de todo el mundo. “Es la mejor manera de conocer gente, comunicarse, hacer amigos, aprender sobre culturas y tener un verdadero intercambio”, destacó McBride, quien compartió escenarios con Mauricio Quirós y Kin Rivera durante sus presentaciones.
Por participar en eventos como la Marcha de la Diversidad del domingo, McBride se siente orgullosa de su trabajo con el Departamento de Estado. Asimismo, participará en Arabia Saudita con una banda compuesta solo de mujeres, y en octubre irá a Indonesia. “Hemos estado grabando el nuevo disco en nuestras pausas”, señala. “Se llamará Maybe I’m Dreaming ”, cuenta, y saldrá a inicios del 2014.