El Universal (GDA) Ayer domingo, “el amante bandido” cumplió 60 maravillosos años.
La vida pasa por un Miguel Bosé que no pasa de moda, que no necesita de la prensa para mantenerse vigente y que no pierde el ritmo ni el cariño de sus fanáticos.
De las seis décadas Bosé, el mismo que se presentará en Costa Rica el próximo 28 de mayo, tiene cuarenta años dedicados a una industria musical que lo alaba en todo el mundo, pero que curiosamente arrancó en los anaqueles de la actuación.
El ser hijo del torero Luis Miguel Dominguín y la actriz Lucía Bosé, lo hacía propenso a seguir sus pasos y demostrar sus dotes histriónicos.
Por esto, no es extraño que el primer proyecto artístico de Bosé fuera una película, filmada a los 16 años: se trató de Los héroes millonarios , dirigida por el cineasta Duccio Tessari.
Más tarde incluso haría Tacones lejanos (1991), una película de Pedro Almodóvar en la que hacía las veces de un travesti.
Sin embargo, aunque del todo no lo apartó de las cámaras –ha actuado en 15 películas–, el destino lo llevó a ser uno de los españoles que, en materia musical, ha llevado el nombre de su país por todo lo alto.
El cantante ha vendido más de 30 millones de discos, y publicado más de 26 álbumes en su exitosa carrera.
Lo más importante de todo es que el cantante no para de renovarse. El 12 de mayo Bosé seguirá explorando sus facetas musicales y, por primera vez, grabará un disco acústico en formato MTV Un plugged, en México.
LEA MÁS: Miguel Bosé dará concierto en Costa Rica el 28 de mayo
“Mi carrera ha sido como plantar una semilla, verla crecer, tener buenos tiempos y malos. Pero creo que la clave de todo ha sido el tiempo que me he dado para todo lo que tengo”, dijo Bosé, que entre los premios más importantes que ha recibido es ser declarado como Persona del Año en los Latin Grammy, del 2013.
Del mundo. Aunque nació en Panamá, el 3 de abril de 1956, Bosé tiene cuatro nacionalidades: español, italiano, colombiano y panameño.
Es casi un ciudadano del mundo que, desde los primeros momentos en el escenario, quiso implantar su estilo en las apariciones públicas, consiguiendo impactar con una forma de vestir de colores llamativos y particular maquillaje.
Además, como la mayoría de personajes públicos, no se ha salvado de las polémicas. Su homosexualidad expresa y la manera en que maneja su vida privada, siempre lo han mantenido en la boca de todos.
Al cantante, todas esas cuestiones sobre su vida privada lo han expuesto al escarnio público, pero no parece ser algo que le preocupe.
“He sentido vergüenza ajena, pero nada de lo que he hecho como profesional o personalmente me da vergüenza”, has sostenido el cantante.
Además, Bosé es conocido ser un protector férreo de su intimidad. Simplemente se blinda de las cámaras y pocas veces su vida privada ha sido vulnerada.
De hecho, de su vida familiar actual se sabe poco. Se conoce que tiene cuatro hijos: Ivo, Telmo, Tadeo y Diego, concebidos con vientres de alquiler.
La vivencia como padre le habrían despertado su lado más protector, o lo que sería igual, el más humano. No por casualidad hace unos días inauguró la Casa del Niño Indígena, un albergue para infantes desamparados en Maxcanú, Yucatán.
Así han transcurrido las seis décadas de Bosé, un enigmático cantante que puede alardear de polifacético. Su luz no lo reduce a la música o a los reflectores del cine: el es todo un starman , un prototipo en extinción, que puede darse el lujo de pisar hasta los terrenos de la política.
“Bosé es un tipo al que le gusta renovar. Es pura anarquía”, dijo el cantante al diario El País , poco antes de su cumpleaños.