Hay ventajas cuando se está detrás de todo lo que los demás ven. El país conoce a luminarias como Toledo y Banton –por sus no pocos éxitos y videos que no pasaron inadvertidos–, pero ahí, metiendo mano, detrás de todo eso, siempre estuvo Pietro Wolbrom, también.
Pietro (DJP), hermano de Toledo, es productor, director de videos, editor de estos, DJ y, ocasionalmente, rapero. “Todo lo que tenga que ver con música, yo lo hago todo”, dice el polifacético músico.
Ese hip hop que hoy llevan en la sangre los hermanos Wolbrom tiene una concepción clara: Inglaterra, a finales de los 80, cuando su familia se trasladó al país europeo, donde nació Toledo. Run DMC y su Walk This Way se llevaron la atención de Pietro en ese entonces.
Años después, llegó la tornamesa y sus inicios como DJ , traveseando y haciendo remixes de canciones que le gustaban. Luego empezó a rapear y apareció en compilaciones como Radicales, volúmenes I y II. Sin embargo, poco después retomó las mezclas.
Más cerca de sus veintes, se hizo un estudio con Toledo que luego trasladó de La Uruca a Heredia, donde actualmente operan casi que el 100% de sus vidas y siempre en constante movimiento e inspiración.
Todo lo que hacen está amparado bajo la sombrilla de Ruff & Tuff, su productora, y DJP aparece en múltiples créditos, entre ellos en los de música y videos de Crypy 626, Banton y Toledo, con cuya popularidad nacional todo esto empezó a florecer.
Producen entre semana, y los fines de semana tienen conciertos, así que literalmente la música está ahí siempre. Al respecto de la importancia que tiene todo esto para él, dice: “Yo soy muy serio en lo que hago. No quiero trabajar con gente que me hace perder el tiempo, que no lo toman en serio. Si lo quieren hacer como un hobby , está bien, pero yo le pongo un 110% a esto”.
Dedicarle tanto esfuerzo a algo ha de tener un objetivo claro, y DJP lo expresa: “Hacer que el hip hop llegue a un público que no sea tan underground. Vamos bien, pero mucha gente no le toma importancia”.