Los números son positivos en la trayectoria de uno de los reguetoneros más estables de la época actual. Nicky Jam tiene más de 20 años en la industria, pero su historia reciente es la que más réditos le ha dejado.
Cuando comenzó formalmente –al lado de Daddy Yankee– en 1995 como el dúo Los Cangris, Nick Rivera (su nombre de pila) solo pensaba en fiesta, dinero y excesos. De ahí que su trabajo se vio disminuido y tuvo que poner un alto a todo para empezar de nuevo.
Luchó contra sí mismo, contra la fama inesperada y contra la falta de freno. Para bien, Nicky Jam volvió, superó las dificultadas que él mismo se había impuesto y hoy es uno de los referentes del género. Así, orgulloso por sus logros y con los pies en la tierra, es que después de 10 años volvió al estudio de grabación y este 20 de enero estrena su sétimo álbum, titulado Fénix , una metáfora en honor a su propia carrera.
Sobre este lanzamiento, el artista habló con Viva .
La canción El ganador es un manifiesto del orgullo por todos sus logros...
Es una canción que relata mi vida, la gente va a creer que estoy presumiendo, pero cuando escuchas la letra te das cuenta de que es una enseñanza, estoy educando a la gente, sobre todo, lo que tuve que pasar para llegar a este éxito que tengo.
¿Cómo se siente en el aspecto de la composición? ¿Qué cuidados tuvo con las letras de este nuevo disco?
Nunca he tenido que cuidarme con las letras porque no soy un cantante que hable de cosas pesadas; eso hace muy fácil mi trabajo. No tengo problema con las letras, a menos de que hablen de un Nicky Jam de hace 15 años atrás cuando estaba rebelde, pero esa situación ya pasó.
¿Cómo llegó esa maduración artística? ¿En qué momento decidió ser otro?
Maduré cogiendo edad. Yo llevaba 20 años cantando y dije que quería estar en otra faceta de mi vida, tener algo y ser orgulloso del ser humano que soy, de ser una persona que dejó el alcohol, el vicio, el fracaso y hoy en día estoy contento de lo que soy ahora. Quería que mi mamá, mi papá, mis hijos, mi disquera y el público estuvieran orgullosos de mí.
Al género urbano, en muchas ocasiones, se le critica por cosificar a la mujer, pero las letras que se escuchan en su nuevo disco están alejadas de esta “receta” del reguetón...
Con todo el respeto, pero yo soy de los artistas hoy en día con más números a favor y lo soy por no llevar ese tipo de mensajes. Hay que decirle a los otros cómo pueden hacer para seguir mi camino, que es el ganador. Hagan las matemáticas y comparen las canciones que hablan mal de la mujer y una canción de Nicky Jam y gano yo; mejor dicho, estoy en la receta ganadora de cuidar, darle cariño y hablar bien de la mujer. Me siento orgulloso de ser un artista que rompió el prototipo.
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Tiene hijos. ¿Siente que es una obligación respetar a ese público debido a su relación con ellos?
Claro, los hijos son la llave del futuro y toca cuidar lo que uno dice. No critico a los que cantan lo que quieran porque es un proceso de maduración y de vida, pero llegarán a un punto donde la música que hagan va a ser para todo el mundo y tendrán que cuidar sus palabras. Le pasó a Don Omar, le pasó a Daddy Yankee y a mí.
¿Cómo fue el proceso de selección de las piezas? En Fénix hay matices a otros géneros musicales.
Sí, tratamos de meterle diferentes matices al disco para que todo el mundo lo disfrute y se den cuenta de la versatilidad que tiene Nicky Jam. La mejor plataforma de demostrar la variedad es en un álbum porque me da el espacio de enseñar que domino temas en inglés, dancehall jamaiquino, balada, música tropical. Con este disco demuestro que no solamente somos reguetoneros que estamos rapeando y gritando, sino que estamos haciendo música para el mundo entero.
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¿Qué significan los premios, los reconocimientos y ser considerado uno de los pioneros del género?
Es una bendición tener todos estos premios, pero trato de no enfocarme en eso. Hay que tener los pies en la tierra porque viene otro artista y te pasa de lado y te supera. No es la victoria que tenemos ahora, sino cuánto dure la victoria, eso es de respetarle a artistas como Marc Anthony, Romeo Santos, Juan Luis Guerra; ese es el momento victorioso de un artista, quedarse arriba.
Dijo que el éxito le llegó muy joven y no supo manejarlo, de ahí que cometiera errores, ¿qué cambiaría de ese muchacho de hace 20 años?
Yo no cambiaría nada, no me arrepiento de lo que hice en el pasado, al contrario me arrepiento de lo que no hice. El mensaje que le daría a los jóvenes que arrancan en la música es que tengan a Dios adelante y en segundo puesto a la disciplina.
Se fue a Medellín a revivir su carrera. ¿Por qué escogió esa ciudad?
El movimiento de la música urbana en Medellín es grandísimo y hay mucho trabajo; lo que muchos colombianos salen para buscar su futuro, este puertorriqueño lo hizo al revés. Me quedé un par de meses, pasé de tener varios éxitos en Colombia y aquí estamos.
Le llegó una buena oportunidad de trabajar en cine al lado de Vin Diesel en xXx: Return of Xander Cage . ¿Cómo se sintió con esta nueva arista?
La película es una bendición: que un cantante de reguetón esté en Hollywood es grande. Para mí ya siento que puedo morir feliz, claro cuando esté más viejito.