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El violín de Eva Trigueros y la viola de Winnie Camila Berg se vuelven una extensión de sus cuerpos al interpretar la Sinfonía concertante de Wolfgang Amadeus Mozart. Cada nota que sale de sus instrumentos baila junto a sus cuerdas.
Esta será la pieza que las llevará a las tablas del Teatro Nacional como las solistas del octavo concierto de temporada de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), bajo la batuta del director titular de ensamble, Carl St. Clair.
Tanto Trigueros (El Salvador) como Berg (Cuba) son integrantes titulares de la Sinfónica desde hace tres años, y esta será su segunda participación como solistas de la orquesta. La primera ocasión fue en un concierto de extensión cultural.
“Nos hemos preparado mucho. Esta pieza la tocamos juntas hace dos años con la camerata del maestro José Aurelio Castillo del Instituto Nacional de la Música ”, cuenta Trigueros, de 32 años. “Esta vez es completamente diferente, ya que lo preparamos para un nivel más serio. Un concierto de temporada es la mayor importancia que hay para la Sinfónica. Que nos lo hayan dado fue una gran sorpresa y un gran honor”.
Eva realizó su maestría en Música en el San Francisco Conservatory of Music y ha participado con la Silicon Valley Symphony Orchestra, la Santa Cruz Symphony Orchestra, la Orquesta Sinfónica de Heredia, el Cuarteto Hispano, la Orquesta Filarmónica de Costa Rica y la Orquesta Sinfónica Nacional.
A su vez, Berg, de 26 años, fue miembro de la orquesta de cámara Camerata Romeu por tres años. En julio del 2014 formó parte de la Orquesta de las Américas y el año siguiente fue miembro de la Academia del Lago, en Chile. Este año participó en el Pacific Music Festival 2016 en Japón, y se presentó junto a la Civic Orchestra de Chicago.
“Me siento retada. Ojalá que vayan sin esperar nada y que se sorprendan con lo que vamos a hacer”, expresó Berg. “Esta pieza es muy difícil, porque cada día que uno estudia encuentra algo diferente que puede mejorar. Siempre hay algo, es muy desnuda, la verdad. Es una de las piezas más tocadas de violín y viola”.
Proyección. El ensamble también interpretará la pieza Obertura de El rapto en el serrallo KV 384 de Mozart y la Cuarta sinfonía en La Mayor, Op. 90 (Italiana) de Felix Mendelssohn.
“Antes de las vacaciones (de julio) tocamos un gran poema sinfónico de Strauss con más de cien músicos en el escenario y después tuvimos una exitosa ópera de Puccini , que es extremadamente romántica”, comentó el director.
“Quería tener un programa, después de grandes trabajos románticos, que fueran más clásicos. Uno de mis grandes propósitos con este programa es regresar a la era clásica”.
“Lo más importante de este programa es presentar dos de las más brillantes estrellas de la Orquesta, Eva y Winnie, para mostrar que el futuro de la OSN está en buenas manos y que tenemos un talento increíble que surgió del Instituto Nacional de la Música”, agregó St. Clair.
“Cada año quiero presentar algunos músicos como solistas para permitir que el público conozca el talento y la excelencia de los músicos”, agregó.
Para Trigueros, la pieza de Mozart es la más importante de violín y viola. “Se toca todos los días en alguna parte del mundo”.
“Todo el mundo ya tiene en su oído lo que debería ser y cómo debería sonar. Obviamente, tratamos de poner cosas propias y no solamente copiar lo que ya está”, dice. “La idea del maestro St. Clair es tratar de seleccionar solistas jóvenes de la orquesta y mostrar los talentos que tenemos aquí. Vamos a hacer lo mejor que podamos hacer”.
Los conciertos serán los días: 19 (8 p. m.) y 21 de agosto (10 a. m.) en el Teatro Nacional. Las entradas tienen un precio entre ¢4.000 y ¢18.000, según la localidad. Se aplicará un 50% de descuento para estudiantes y ciudadanos de oro con carné
