Raphael cumple hoy 72 años, y lo celebrará con su público costarricense. Uno pensaría que un artista con un currículo tan extenso podría tener planes de desacelerar su actividad. Sin embargo, para el español, “quien nace artista, muere artista”.
El intérprete asegura que cuando sienta la necesidad de descansar por el arduo trabajo que ha hecho en este tiempo, tomará unas largas vacaciones. Pero, ¿despedirse? “¡Eso jamás!”, exclamó en entrevista con Viva .
Lo bueno del caso es que el cantante aún se siente tan bien como cuando comenzó en la música, allá en los años 60. Eso es lo que lo hace trabajar en más de dos proyectos a la vez.
Actualmente, anda de gira para promocionar su más reciente disco De amor y desamor (2014), que incluye una nueva versión de 15 de sus clásicos. Además, en paralelo, trabaja en lo que será la promoción de su próximo álbum: uno que grabó en compañía de la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española y que prevé lanzar en julio.
Hoy será un día muy especial para Raphael, ya que, además de cumplir sus 72 años, cantará en el Gimnasio Nacional, después de cuatro años de ausencia en escenarios nacionales.
En el disco De amor y desamor usted regrabó 15 de sus éxitos. ¿Por qué lo hizo?
Uno en este tiempo quiere llegarle a las diferentes generaciones y presentar mis éxitos con arreglos nuevos me permite acercarme a ese público.
¿Cómo hizo para seleccionar esas canciones de su extenso repertorio?
No fue por algo especial, porque mi objetivo es volver a grabar todos mis temas. No hay preferencia por las que escogí, ni mucho menos. Solo son las primeras de muchas.
¿Entonces en sus próximos discos se dedicará solo a regrabar sus clásicos?
No todos. Este ( De amor y desamor ) sí, y el próximo –que fue grabado con la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española (RTVE)– serán sin duda grandes éxitos míos. Pero ya estoy grabando un disco nuevo, con canciones totalmente inéditas de compositores jóvenes y algunos no tan jóvenes.
En su afán por llegar a nuevas generaciones, ¿considera que hacer duetos con artistas de éxito reciente le asegura cumplir con esa meta?
Ayuda mucho. Yo he hecho muchas colaboraciones con jóvenes y no tan jóvenes. Siempre, todo depende de si es o no el momento. Por ahora, voy a esperar a que otra ocasión se presente para aprovecharla.
En De amor y desamor trabajó con su propio hijo, Manuel. ¿Cómo fue esa experiencia?
Maravillosa. Todo lo que venga de mi hijo Manuel es fenomenal y sensacional.
¿Cómo fue grabar con la Orquesta Sinfónica de RTVE?
Fue una oportunidad maravillosa, quizás lo mejor que he hecho y que tengo el honor de estrenar el 22 de julio en el Teatro Real de Madrid (España). Después de esto, tomaré un mes de descanso y luego saldré, de nuevo, de gira mundial con este espectáculo llamado Raphael Sinfónico .
Del disco inédito, ¿qué podemos esperar? Dice que metieron mano compositores jóvenes...
Lo estoy grabando en este momento. Mi hijo Manuel se encarga de la producción, y cuando vuelva a España le pondré voz a todo lo grabado. Son canciones fantásticas de compositores muy jóvenes, que son nuevos para mí. En este podrán encontrar dos temas de autoría de Enrique Bunbury, con quien ya he trabajo antes.
No ha salido de un disco y ya se mete a trabajar en otro. Pocos artistas que llevan una carrera tan extensa como la suya hacen esto. ¿Por qué lo hace?
Porque me gusta y, cuando algo te apasiona, no te mides.
Hace varios años atrás hizo una muy bien lograda versión del bolero Somos , de Mario Clavell. ¿Aún la interpreta? ¿Qué siente cuando lo hace?
Sí, aún la canto, aunque no está en este repertorio. El arreglo era espectacular y con ella he tenido uno de los éxitos más grandes míos. Es muy importante para mí.
¿Cuáles compositores de música popular admira?
Particularmente me gusta mucho Armando Manzanero, pero hay bastantes más, claro.
¿Intentó en algún momento grabar flamenco?
No. Pero me he acercado bastante, con canciones de Federico García Lorca. El flamenco me gusta muchísimo pero le tengo mucho respeto.
Usted es muy histriónico, ¿cómo se le ocurrió escenificar sus letras?
No se me ocurre, salen. Mis cosas no tienen que ocurrírseme, me salen solas.
Supongo que mucho tiene que ver que usted tiene carrera en el cine; carrera que, por cierto, retomó este año con la película Mi gran noche , de Alex de la Iglesia. ¿Cómo fue ese regreso y qué puede decir de su personaje?
Me fue de maravilla gracias a que he tenido la suerte de trabajar con un equipo sensacional; el director es gran amigo mío.
”Mi personaje no te lo puedo contar porque con cosas del director, pero va a ser una sorpresa, ya que mis películas antes eran románticas y esta no lo es. Yo era muy ‘bueno’, y en esta no”.
La palabra ‘retiro’ no está ni en su cabeza. ¿No se despedirá de sus fanáticos cuando llegue el momento de alejarse de los escenarios?
No habrá despedidas. Cuando yo considere que no puedo estar a la altura de lo que el público quiere y pide, me tomaré unas largas, largas, largas vacaciones y no habrá vuelta porque nunca me habré ido. Quien nace artista, muere artista; nunca se retira.