Unas 6.000 personas se acercaron al auditorio de la iglesia Casa Oasis, el jueves 19 de febrero, para presenciar el concierto llamado Un canto al verdadero amor , en el que Arnoldo Castillo y la Orquesta Filarmónica se unieron a músicos como el ganador del Grammy Latino, Danilo Montero.
Pactado para comenzar a las 8 p. m., el espectáculo se atrasó casi una hora por las presas que causó la actividad. Los miembros de la Orquesta Filarmónica –bajo la dirección de Gabriela Mora, en sustitución del titular Marvin Araya– se empezaron a acomodar en el escenario a las 8:43 p. m., y el público, impaciente, aplaudió de inmediato.
El otrora conductor de radio y ahora pastor cristiano Rooper Alvarado tomó el micrófono y le dio la bienvenida al respetable, no sin antes compartir algunas valoraciones de lo que sucedería allí esa noche: “Este es un concierto para los enamorados del más grande, el rey de reyes; el señor Jesucristo”.
Aplausos, chiflidos y gritos de emoción hubo a lo largo del aforo. Luego, salió Arnoldo Castillo, quien dijo que su intención con el concierto era agradecer a la divinidad en la que cree por tomar las riendas de su existencia.
Devoción. Niños, adolescentes, adultos y decanos de la comunidad cristiana poblaron el auditorio desde entrada la noche. A pesar de que no todos los presentes eran miembros de esa iglesia, claramente eran los más; familias enteras visitaron el recinto con la esperanza de que las canciones allí entonadas explicaran el trasfondo de su espiritualidad.
Castillo, pletórico y expresivo, micrófono en mano, arrancó cantando su traducción de A New Hallelujah (de Michael W. Smith), uno de los tantos covers presentes en el repertorio. El sonido era potente y la interpretación musical de la Filarmónica era recia.
10 mil razones (de Evan Craft), Yo me rindo a él , ¿Qué sería de mí? y Es por tu gracia (las tres de Jesús Adrián Romero) fueron las siguientes. En medio de la música, Castillo contó su biografía como creyente e incluso se rindió al llanto al recordar su acercamiento a la religión gracias a su madre.
“Hoy, a diferencia de mis años pasados, no solo voy a cantar con mi garganta, pasión y el talento que dios me dio; voy a cantar con el alma y el corazón”, manifestó.
Juntos. Castillo compartió su acto de agradecimiento con invitados como Luis Alonso Naranjo (Escats), con quien cantó Vivo estás , y Haury, con quien interpretó Yo solo quiero adorarte .
El momento más esperado del espectáculo llegó una hora después de comenzado: Danilo Montero ofreció su primer concierto en Costa Rica luego de convertirse en el primer tico en ganar un Grammy no compartido, y lo hizo junto a su amigo Arnoldo.
Ambos cantaron Sublime gracia y Fidelidad , antes de que Castillo le entregara las tablas a Montero para que cantara, solo, temas originales como ¿A quién tengo yo? , Hay momentos y Salmo 84 .
“La gente entra a estos lugares y dice, ‘¡Guau! ¿De dónde sacan plata?’”, dijo Montero, en referencia al gran aforo en el que se dio el concierto. “Lo que pasa es que somos personas que creemos y que damos porque queremos que el mismo evangelio que nos cambió a nosotros cambie a otros”, dijo.
Luego, los músicos cantaron Cuán grande es él , Digno y santo y Tienen que saber . Castillo invitó a sus hijos para The Prayer y cantó, solo, Enciende una luz y El futuro empezó , y se despidió del público.
Sin embargo, la gente quería más, así que entre la Filarmónica, Castillo, Montero, Naranjo y Haury repitieron Un nuevo aleluya , primera canción del concierto, y enviaron a todos los presentes a casa con satisfacción.