La falda corta, mallas negras con algunas costuras para remendar el paso del tiempo y una corona decorada con plumas, pusieron a correr a Yendry Araya para estar lista cuando dieran el banderazo de salida del carnaval de las fiestas de Palmares 2014.
Sin embargo, una vez que sus zapatos de tacón alto tocaron el asfalto, todo se olvidó y con una enorme sonrisa se entregó por completo al baile al son de los tambores.
Al igual que esta bailarina de la comparsa Súper Mambo Show, ayer cientos de artistas del baile y la música inundaron de alegría y ritmo las calles del cantón, popular por ser un pueblo para hacer amigos.
Warner Vargas, presidente de la Asociación Cívica Palmareña, miró el reloj, infló sus pulmones y a las 4 p. m. dio el pitazo que anunciaba el comienzo de la fiesta.
El recorrido comenzó a un costado del estadio Jorge Palmareño Solís; desde ahí con dirección al campo ferial.
La fiesta fue principalmente familiar; fue sencillo ver a muchos nietos con sus abuelas disfrutando del espectáculo.
Algunas más preparadas, como las ramonenses Carmen y Noemi Solórzano, prefirieron llevar un banco para ver el show como si estuvieran en un palco preferencial.
“Nunca había venido al carnaval, pienso que es una actividad muy bonita y alegre”, aseguró Noemi Solórzano.
Al igual que estas hermanas, cientos de personas no perdieron detalle de cada banda, comparsa y mascarada que desfiló bajo el ardiente sol.
Puro sabor. El Carnaval de Palmares destacó por su capacidad de convocar gran diversidad de grupos. Ensambles como Calor Quepeño demostraron que no se requiere de cientos de integrantes para conectar con el público; ellos, y en especial dos de sus bailarines, le pusieron tanto sabor a sus movimientos que la gente terminó bailando y entregándoles su aplauso.
Mientras las tumbadoras, los redoblantes y los bombos seguían vibrando, las aceras se volvían cada vez más pequeñas para la gente que no dejaba de sumarse a la fiesta.
Algunos afortunados colocaron sus vehículos pick up a la orilla del recorrido, sus cajones se transformaron en excelentes tarimas para ver el desfile, bailar y hasta tomarse una cerveza o un ron entre amigos y familia.
Jeremy Murillo, de cuatro años, y su madre Vianey Carranza llegaron desde Alajuela. Sentados sobre la acera recibieron collares que jovencitas con un pronunciado escote y grandes curvas repartieron.
La música y el baile tuvieron gran protagonismo; sin embargo paralelo al carnaval también se vive la fiesta de las personas que la gozan a como pueden.
Los más pequeños se toman fotos con algunas mascaradas y algunas señoras en broma gritaban “¡Linares riiico!”, cuando el presentador Giovanny Linares de canal 7 pasaba frente a ellas.
El tiempo vuela cuando se pasa bien y el público que gozaba a más no poder de este colorido show vio como, a las 6:45 p. m., las comparsas Cumbancheros y Latin Star fueron las últimas en sumarse al festejo por las calles de Palmares.