Miles y miles de personas ingresaron el domingo 17 de marzo al Foro Sol, en México, para presenciar la última jornada del festival Vive Latino, donde durante tres días se congregaron alrededor de 160 artistas para participar en la actividad de esta índole más grande del área.
Una sola de esas 160 propuestas viajó desde Costa Rica: Los Cuchillos, una banda que desde el 2005 se ha abierto un espacio en la escena local, y que con esta reciente visita a México descuenta ya tres invitaciones al país norteño.
Con un solo álbum bajo la manga, y otro en camino, la agrupación de surf rock ha sabido colocar cada pieza en su lugar: música de vena contagiosa, especialmente para los pies; imaginería terrorífica; y una impecable presentación de sus integrantes conforman el combo.
Fue por el elemento estético que hasta los más desinteresados se sorprendieron cuando los cuatro integrantes de Los Cuchillos pusieron sus pies en la tarima de la carpa Danup, justo después de la impecable presentación que diera la emergente banda mexicana de punk Los Viejos, pero fue la música la que los invitó a quedarse bailando.
De los cinco escenarios del Vive Latino, la carpa Danup fue la tercera más espaciosa y grande, acogiendo a una gran variedad de artistas underground durante todo el festival, y a la vez a un público estudiado y emocionado por el cartel.
Ni el cantante Tony Cuchillo, ni el baterista Fabro Macabro, ni el guitarrista Conde von Storren, ni el bajista Pablo Hanson podían imaginar que en algún momento de su corta presentación en la carpa alguien les pediría que tocaran su canción Nena Zombie , por ejemplo, pero aquello sin duda sucedió.
Todo fue ascendiente. A las 4 p. m. en punto, el cuarteto empezó a darle vida a su espectáculo, pero el público no se contaba a granel. Dicen los presentes, eso sí, que cada cinco minutos se contaban más y más personas en la carpa, todas dispuestas a bailar hasta que las melodías de Los Cuchillos cesaran.
Desde la batería, las cosas no estaban del todo bien; el redoblante dio problemas desde el minuto uno, por lo que se le dificultó a Fabro Macabro el asunto de colocar sus golpes nítidos e imponentes. A la guitarra también se le fue una cuerda.
A su paso, se fueron resolviendo los inconvenientes, que luego pasaron a ser pormenores cuando alguien en el público gritó varios títulos de canciones de una banda que, supuestamente, era cuasi desconocida en territorio mexicano.
De repente, salió por el aire una camiseta blanca con dibujos y una leyenda hecha a mano con el nombre de la banda; alguien en el público se había tomado el tiempo de hacerse una chema de Los Cuchillos; ¡aquello era demasiado!
Se vivía, y por supuesto que se sudaba, el mosh , el baile, los brincos, el surf humano y la cantada. Como cualquier otro concierto de la banda, pero en macro. Ondulantes, desfilaban un par de banderas de Costa Rica entre el gentío.
Nena Zombie , El túnel del tiempo y otros temas del disco Monstruonautas de la era atómica resonaron en la carpa. Músicos mexicanos acompañaron a la banda en ese momento especial: Dementia Sinner, cantante de Las Navajas, ayudó en los coros; y Dr. Reverb, de Los Santísimos Snorkels, apareció con su máscara y cantó Chica Calavera .
Los 25 minutos que tenía Los Cuchillos a su disposición se fueron volando, y a 90 segundos de terminar su set , el grupo tocó su versión en español de The Witch , canción original de The Sonics.
Llegaron más aplausos. El público pedía otra, pero no se podía, así que se asentó para descansar del baile. La banda, por su lado, no tuvo tiempo ni para tomarse un sorbo de agua cuando surgió otra de sus responsabilidades del evento.
Atención. Cuatro horas le dedicó la banda costarricense a la prensa que cubrió el Vive Latino.
Lo que más impactó entre aquellos periodistas y medios que no conocían a Los Cuchillos desde antes fue su elegante y uniforme vestimenta, lo que incluso le deparó –entre bromas– el título del grupo mejor vestido del festival.
"Es algo... no sé si surreal, pero estar ahí y que de la nada a uno le den pelota por algo que hizo...", cuenta Fabro, incompleto de adjetivos, sobre el encuentro con la prensa y el público, con la mente todavía confusa ante tanto beneplácito.
Las entrevistas iban y venían; primero la conferencia de prensa de rigor, luego las preguntas y la atención de medios como Warp, Ritmosón Latino, Los 40 Principales, Remezcla y Coca Cola FM.
Que no solo periodistas, sino que también músicos, como Sabo Romo (bajista de Caifanes) y Pato Machete (de Control Machete), alababan su propuesta, el diseño gráfico de su disco y la bocanada de aire fresco que representa la banda no solo en Costa Rica, sino en un festival masivo, como el Vive Latino.
También tuvieron chance de comentar acerca de la movida musical costarricense, que para muchos extranjeros sigue siendo un misterio. Resaltaron la labor de bandas como Sonámbulo y Las Robertas.
Sigue. Luego de tremenda experiencia en el Vive Latino, y de ver a algunos otros artistas del festival, Los Cuchillos cerró la etapa de promoción de su álbum debut, lanzado en el 2008, y ahora se concentra en lo que viene: otro disco.
El título tentativo del álbum es Isla Macabro , y es un material que se viene cuajando desde hace varios meses que la banda espera lanzar pronto al mercado.