Disparó el revólver .357 Magnum directo al oído de Jeff Hall, mientras dormía borracho en el sillón de la sala, con olor a orines y una esvástica colgando de la pared.
–911, ¿en qué puedo ayudarla?
– ¡Mi hijo le disparó a mi esposo, necesito una ambulancia; está sangrando!– la mujer jadea, agitada, como si estuviera encerrada en un pozo y el teléfono fuera su única fuente de aire. Al fondo una niña llora... “Papi...”.
–¿Qué edad tiene su hijo?
–Diez.
–¿Qué edad tiene su hijo?
– ¡Diez! ¡Dios mío!
Joseph, de pelo rubio ahumado, subió las escaleras, guardó el arma bajo su cama y se cobijó, como jugando escondido. ¿Matar no era un juego?, ¿las personas tienen más de una vida?, se preguntaba. Pasadas las 4 a. m., llegó la policía.
Eso ocurrió la madrugada del 1.° de mayo del 2011 en Riverside, California. Casi dos años más tarde, el pasado 14 de enero, Joseph Hall, ahora con 12 años, fue declarado culpable de asesinato en segundo grado, por matar a su padre, de 32 años.
El 15 de febrero, un juez decidirá a cuál centro penal será trasladado, aunque todos los pronósticos apuntan que su nueva casa será una de las tres cárceles que albergan a 900 jóvenes criminales considerados los más “peligrosos”. La pena que le dicten podría ser la máxima (hasta 23 años).
Entre 1980 y el 2008, solo hay en Estados Unidos nueve casos reportados como el de Joseph, según un reportaje de 60 Minutes con datos del Departamento de Justicia.
Durante ese mismo período, 0,5% del total de homicidios en ese país, fueron cometidos por menores de 14 años, de acuerdo con un informe del 2011 del Departamento de Justicia.
El caso de Joseph es la aguja en el pajar, la excepción, el hogar que se aleja del promedio. ¿Por qué un niño de 10 años asesina a su padre?
Neonazi
Muchos lo justificaron en el hecho que Jeff Hall era líder del Movimiento Nacional Socialista (MNS), una agrupación neonazi con 500 miembros en Estados Unidos. “Cuando vi el caso por primera vez, pensé: tiene que haber una conexión con la visión nazi, las armas, la violencia, el discurso de odio”, dijo el fiscal del caso, Michael Soccio, en una entrevista a 60 Minutes.
En imágenes de un documental de The New York Times sobre el MNS, Hall presumía de haber enseñado a su hijo a disparar un arma y a usar equipo militar de visión nocturna para patrullar la frontera con México en busca de inmigrantes ilegales.
Sin embargo, ¿cuántos niños son criados por neonazis? Y de ellos, ¿cuántos han asesinado a sus padres? Sin los números, establecer la causalidad es imposible.
El padre se unió al MNS en el 2008 cuando Joseph tenía siete años; no obstante, para ese momento, los comportamientos violentos del niño eran comunes.
“A los 5 años, lo expulsaron de la escuela por violencia, tenía problemas psicológicos y neurológicos”, describió a The New York Times Matthew Hardy, el defensor de Hall. El historial del niño también acumulaba un intento de estrangular a una maestra con un cordón telefónico y lastimar a sus compañeros de clase con lápices.
Según Joann Patterson, abuela de Joseph y madre de Jeff, su nieto nació como un fósforo y el ambiente en el que creció le encendió la llama antes de tiempo.
En palabras de Joseph, él mató a su padre porque estaba cansado de que lo golpeara a él y a su madrastra, hecho que confirmó la mujer. Se inspiró en un episodio del programa de televisión Criminal Minds.
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“Un padre hizo algo malo a sus hijos y el hijo hizo lo que yo hice: le disparó. Él dijo la verdad y los policías le creyeron y no fue arrestado. No se metió en problemas, y yo pensé que lo mismo me iba a suceder a mí”, dijo Joseph en una entrevista que se transmitió en el juicio.
–Cuando salga de aquí, ¿me puedo dejar estos tenis?– preguntó Joseph Hall a un oficial cuando le entregaron unos zapatos al llegar al centro de detención juvenil, en el 2011.
Lo que no sabía cuando hizo esa pregunta, es que su encierro se prolongaría hasta que sus pies ya no quepan en los zapatos.