Aquel 31 de julio de 1985 jamás saldrá de la memoria de Hernán Medford, porque fue el día en el que marcó el primer gol de Costa Rica en un Mundial.
“Fue en el primer Mundial Infantil de la FIFA, en China 85 y la verdad es que fue un golazo, directo al ángulo”, recordó Medford.
Su gesta fue importante, pero lo que destacó La Nación fue: “En seis minutos sucumbió Costa Rica”, como lamento, porque la Sele abrió el marcador y luego sostuvo el empate, pero tres goles de Egipto en seis minutos (del 58 al 64) sellaron el 4-1.
Esa cita trajo otra desazón: al Pelícano y a Javier Wanchope le adulteraron la fecha de nacimiento en la boleta de inscripción.
“Fue un problema del que ni yo sabía, tenía 16 años y nos cambiaron los pasaportes. Teníamos que haber nacido en agosto y nacimos en mayo. Éramos menores de edad, solo nos montaron en el avión y que jugáramos. Después de Italia 90 se castigó a Costa Rica por esos hechos, pero solo se perdieron los Panamericanos”.
Medford dice que como no tuvo nada que ver en el asunto, quedó tranquilo.
Tiempo después, tuvo protagonismo en episodios importantes de la Sele , como la inolvidable corrida ante Suecia para marcar el golazo que puso a Costa Rica a soñar con la segunda ronda del Mundial de Italia 90.
“Las selecciones menores son el inicio de una posible carrera, así a como se han perdido jugadores jóvenes, que parecía que iban a lograrlo, algunos llegaron. Yo solo pasé por la Infantil y de ahí fui directo a la Mayor”.
El atacante Marco Ureña también es un vivo ejemplo de la importancia de ese semillero. El palmichaleño fue uno de los protagonistas de esa brillante selección juvenil de Rónald González que finalizó en cuarto lugar del Mundial de Egipto 2009.
“Hasta la fecha ha sido histórico. Llegar a semifinales a uno como jugador, la verdad, le abre la mente, saber que sí se puede ir a un Mundial no solo a participar, sino a competir al máximo nivel”, expresa el delantero
Costa Rica perdió con Brasil 5 a 0, venció 3 a 0 a Australia y cayó 2 a 3 con Corea del Norte. Los goles de Ureña aparecieron después de la fase de grupos.
Él convirtió uno de los dos goles con los que la Sele le ganó en octavos de final al anfitrión, a Egipto.
Pero su tanto más recordado en esa cita fue en cuartos de final ante Emiratos Árabes Unidos, porque el juego quedó empatado a un gol en el tiempo regular. En la prórroga, parecía que se llegaría a penales, pero en el 120’+1, Ureña marcó un gol que celebró con el alma porque significaba la clasificación a semifinales, donde los ticos cayeron por la mínima con Brasil.
Y en la lucha por el tercer lugar, Costa Rica empató 1-1 con Hungría, pero la tanda de penales fue desastrosa.
“Si llegamos hasta ahí fue porque nos lo ganamos, porque se hicieron las cosas bien y porque si estamos en un Mundial es porque somos de los mejores”, citó Ureña.
Años después, él fue uno de los hombres que estuvo presentes en Brasil 2014, un Mundial en el que la Mayor llegó a cuartos de final y le marcó un gol a Uruguay, en el primer partido de la Sele .
“Lo de Egipto ayudó, ya que mentalmente a uno le quita las barreras que tiene en su momento y le hace a uno creérsela más y saber que si estás ahí es porque uno se lo merece y estás al nivel del torneo”, destacó.
Y agregó: “ Es un impulso en la parte mental de los ticos y no solo para el jugador, sino para la afición, así que por eso se ha creado este sentimiento de la Selección”.