Una tormenta; 1.000 casas dañadas, y al menos 5.400 damnificados en todo el país. Este fue el resultado que nos dejó Alma, la primera tormenta tropical que nació en el Pacífico tico.
El fenómeno inusual afectó principalmente a las poblaciones costeras de Puntarenas y Guanacaste. Alma se desató en la tarde del miércoles 30 de mayo, y al llegar el viernes ya había dejado graves daños en viviendas, carreteras, cultivos, y el suministro de electricidad y agua potable.
Según informó La Nación , 5.400 personas fueron afectadas por la tormenta; y hubo 34 carreteras por las que no se pudo transitar.
El cantón de Parrita (Puntarenas) fue el más afectado, y quedó prácticamente bajo el agua, según datos de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias.
Otros cantones afectados fueron: Aguirre, Garabito, Perez Zeledón, Corredores, León Cortes, Puriscal, Puntarenas, Hojancha, Nandayure, Carrillo, y Santa Cruz, entre otros. En total 93 comunidades fueron golpeadas.
Alma, como lo aseguró La Nación , fue la primera tormenta con el sello “hecho en Costa Rica”.
Una de las notas que más despertó la empatía en el país –durante la tragedia– fue acerca de José Barrantes, quien llegó a un albergue temporal en Parrita.
Su hija Flor, declaró en el momento: “Mi papá se quedó sin camisa, pero yo creo que me fue peor a mí, que la corriente me quitó el short con todo y los ¢800.000 que me pagaron por la venta de una vagoneta”.