La fotoperiodista Ana Lucía Rodríguez sabe que el asombro vive bajo la línea de flotabilidad. El buceo se ha convertido en parte de su vida, ya sea que haga sus inmersiones con tanque de aire, con esnórquel o a puro pulmón. De hecho, confiesa que la moderada carencia de oxígeno provocada por la apnea (suspensión de la respiración) intensifica la experiencia de los sonidos apagados y colores imposibles bajo el mar.
Las imágenes que observamos arriba se tomaron entre el 2011 y el 2013. Son aguas cercanas a la isla del Caño y el Caribe sur, en mares nacionales; así como en las inmediaciones de la isla panameña de Coiba y del Half Moon Caye, en Belice.
Las inmersiones suelen ser paseos cortos y furtivos. De ellas sobrevive el instante eterno de la foto.