El décimo sexto disco en estudio de Iron Maiden llegará este viernes a las tiendas de música, tras un lustro en el que no hubo música nueva de la banda británica.
The Book of Souls es el primer álbum doble en la carrera de la agrupación de heavy metal y, por ende, el más largo, con 92 minutos de rock. A la vez, los cinco años que lo separan de The Final Frontier –el disco pasado de Maiden– convierten a este en el lapso más grande entre discos del grupo.
Producido por Kevin Shirley –colaborador del sexteto desde comienzos del milenio y quien ha producido casi todo lo que han publicado en los últimos 15 años–, el disco fue grabado en París, en los mismos estudios en los que se registró Brave New World (2000).
“Empezamos a trabajar en el disco en el verano del 2014”, contó el cantante Bruce Dickinson en un comunicado de prensa. “El estudio nos trajo muchas memorias especiales, y estábamos encantados al descubrir que la misma vibra mágica sigue viva y pateando en el lugar. Nos sentimos en casa e inmediatamente comenzaron a fluir las ideas”.
Así las cosas, el disco cuenta con una energía similar a la de la banda en vivo, pues la mayoría de las canciones surgieron durante su estadía en el estudio.
A diferencia de los dos discos anteriores, el bajista Steve Harris no aparece en los créditos de todas las canciones, sino que se trata de un esfuerzo más colaborativo.
Para Dickinson, la mejor canción del material es Tears of a Clown –escrita entre Harris y el guitarrista Adrian Smith–, la cual está inspirada en la vida, la depresión y el suicidio del actor estadounidense Robin Williams.
El lanzamiento de The Book of Souls estaba pactado para comienzos del año en curso, pero se retrasó –así como la gira para promocionarlo– para que Dickinson lograra recuperarse de un tumor canceroso.
La gira comenzará en el primer trimestre del 2016 y llevará a la banda a más de 35 países en cinco continentes, en cuenta una tercera presentación en Costa Rica, a suceder en marzo en un recinto aún no especificado.