“Si olvidamos, somos culpables, somos cómplices”. Esas palabras, pronunciadas por Elie Wiesel durante su discurso de aceptación del premio Nobel de la Paz, resumen su vida: una lucha constante contra el olvido de uno de los pasajes más oscuros de la humanidad, el Holocausto.
Wiesel vivió los terrores del nazismo en carne propia. A los 15 años, fue trasladado con su familia al campo de concentración de Auschwitz, donde murieron su madre y su hermana menor. Luego, él y su padre fueron enviados al campo de Buchenwald, donde su progenitor falleció, poco antes de la liberación de 1945.
Los horrores vividos en los campos de concentración se convirtieron, en manos de Wiesel, en ensayos y novelas.
La trilogía compuesta por los libros La noche , El alba y El día fue la más célebre de sus obras literarias.
Wiesel también dedicó buena parte de su vida al activismo, a advertir que el mal de nuevo puede desencadenarse y a lamentar que “el odio racial, la violencia y las idolatrías todavía proliferan”.
Periodista de la Unidad de Análisis de Datos. Coordina el proyecto de detección de noticias falsas y chequeo #NoComaCuento. Ganador de una mención de honor en el Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez 2018 y del premio a la innovación periodística en Grupo Nación 2018. Antes editor digital.
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