Un cáncer de garganta se llevó a Julita Cortés un viernes 21 de noviembre del 2008 . La voz de Los Machucambos se marchó discretamente; sus cenizas quedaron esparcidas en las montañas de Escazú, según su último deseo.
Las vibrantes cadencias de esa voz arrodillaron a los europeos en los años sesenta del siglo pasado y cosecharon éxitos. Entre ellos, el gran premio de la Academia Francesa (1959), cuatro discos de platino y dos de oro.
Julia Cortés, nieta del expresidente León Cortés Castro (1936-1940), pasó de ser una secretaria de embajada en sedes ticas del viejo continente, a transformarse en la vedete de uno de los grupos musicales más famosos de esos años. “Aunque no soñaba con ser cantante, la música marcó mi vida”, confesó .
“J'adore les Machucambos”, confesó Brigitte Bardot, actriz y cantante francesa, según consignó María Lourdes Cortés en un artículo publicado el 11 de enero del 2009.
Charles Aznavour, Violeta Parra y Atahualpa Yupanqui estuvieron entre las estrellas de la época que se codearon con este grupo, integrado además por el español Rafael Gayoso y el italiano Romano Zanotti.
El año 1958 marcó el inicio de Los Machucambos, un nombre que tomaron prestado de Venezuela. Ahí se les llama así a los armadillos.
No habían pasado diez años cuando ya eran reconocidos en toda Europa, donde recorrieron más de 150 ciudades dando a conocer la música folclórica latinoamericana.
Una de sus canciones más exitosas, Pepito , vendió 10 millones de discos y llegó al número 19 de la revista Billboard , en los Estados Unidos. “... una canción idiota que fascinó a todo el mundo y, boom , nos hicimos famosos”, relató Julita.
La costarricense grabó unas 700 canciones, 50 discos de larga duración y unos 80 sencillos.
En una nota publicada en La Nación , Julita explica una de sus marcas personales: “Cantaba descalza para no verme tan alta en relación con Rafael y Romano, que son bajitos; además, la sensación de los pies en el escenario me resultaba agradable y me permitía interpretar y bailar con mayor soltura”.
El grupo se reencontró en junio del 2005, en un único concierto en el Teatro Popular Melico Salazar, el adiós anticipado de Julita.