“Las etiquetas son para los productos, para diferenciarlos en un supermercado; no para las personas”. La frase es de Joshua Jiménez, un hombre que nació mujer, y que critica la forma en que la sociedad cataloga, señala y discrimina a los que adoptan estilos de vida diferentes a los concebidos como “normales”.
En la cédula de Joshua el nombre que aparece es Hellen. Nació y creció como mujer, pero siempre se sintió como un hombre, de ahí que hace cuatro años decidió vivir como tal: no solo se viste y se corta el cabello de forma masculina, sino que además se inyecta hormonas y disimula sus senos con una faja especial.
A sus 38 años, dice sentirse realizado, aunque reconoce que debió escalar muchos peldaños para llegar adonde se encuentra ahora. El desconocimiento, la intolerancia y la incomprensión de la sociedad fueron dardos a los que debió ponerles pecho.
“Tenemos derecho a existir, a vivir y a mostrarnos tal y como somos, sin que nos vean como raros o enfermos”, recalcó.
Inspirado en esta consigna, Joshua participó en la campaña Diagnóstico Valiente , la cual busca visibilizar a las personas transgénero (forma de expresión de la sexualidad de una persona que difiere de su anatomía) y transexuales (recurren a cirugías y tratamientos hormonales para asemejarse al género opuesto), clamar por sus derechos y denunciar la discriminación.
La iniciativa se da en el marco del denominado “ octubre trans”, mes en que diferentes organizaciones de todo el mundo realizan actividades a favor de la despatologización de las identidades trans; es decir, su objetivo es que estas no sean consideradas una enfermedad. Actualmente, las transexualidad es vista como un desorden mental, una “discordia de género”.
Fotos
Diagnóstico Valiente es una campaña concebida en San José . En el estudio fotográfico de Ariela Muñoz, se toman fotografías de personas con una mitad del rostro (izquierda o derecha) maquillada de forma femenina, y la otra, con rasgos masculinos.
A cada persona se le regala la fotografía para que la publique en redes sociales, por ejemplo, en su perfil de Facebook. De esa forma expresaría su apoyo al respeto de los derechos de las personas trans, lo que viene siendo un especie de ciberactivismo.
“El nombre de la campaña es un juego. La transexualidad no es una enfermedad ; más bien, la gente es muy valiente pues se atreve a romper los esquemas impuestos para ser feliz y fiel a sí misma, ese el único diagnóstico”, explica Muñoz, quien ideó el proyecto junto a la estudiante de Sociología y Comunicación Génesis Rojas.
Ariela realizó en marzo una campaña similar dentro del llamado movimiento de “los incurables”. En este, grupos de personas homosexuales repudiaron la idea de que su orientación sexual tuviera cura, como se planteó desde algunos sectores conservadores. En aquel entonces, la fotógrafa hizo retratos de la gente utilizando camisas de fuerza .
Génesis, por su parte, participa en Mundo trans, una organización que vela por los derechos de las personas transexuales. “Con las fotos, queremos reflejar el binomio de lo femenino y lo masculino que se nos impone con base en lo biológico, cuando hay muchos otros factores que se dejan de lado”, mencionó, y resaltó la importancia de derribar estereotipos en torno a la población trans, como el que dicta que todas estas personas se dedican al trabajo sexual.
La campaña dio inicio el 20 de setiembre y las últimas fotos se tomaron el miércoles anterior. Participaron más de 160 personas: hombres, mujeres, homosexuales, heterosexuales, transexuales, transgénero...
Como parte de Diagnóstico Valiente, ayer por la madrugada unos activistas empapelaron varios muros josefinos con las fotos de la campaña y montarán una exposición fotográfica en alguna galería.
El norte de todo este proyecto es simple: mejorar la calidad de vida de las personas trans, y reconocerles los derechos que, como cualquier otra persona, tienen.