Tarde espectacular en Cartago. Es 13 de noviembre de 2016. El sol y la brisa característica de esa provincia acompañan a cientos de aficionados del Cartaginés, que una vez más acuden al Fello Meza con la esperanza de ver un resurgir del equipo de sus amores.
Ese panorama puede ser el de cualquier domingo en barrio Asís, donde está ubicado el reducto blanquiazul, pero en esta ocasión se trata de la última vez en que el club centenario intentó clasificar a la siguiente ronda de un torneo nacional para buscar el ansiado título.
El campeón que muchos esperan se quedó en el camino, un camino donde La Nación ha sido testigo durante 70 de los 75 años sin cetro.
Por este periódico han pasado cientos de acontecimientos históricos. En sus páginas se escribió el nombre de Laura Chinchilla como la primera mujer presidenta, las siete misiones espaciales de Franklin Chang, las gestas mundialistas de Italia 90 y Brasil 2014, e incluso el título brumoso de Concacaf, en 1994.
Sin embargo, ningún redactor ha podido teclear las palabras de Cartaginés, campeón nacional. Han estado a punto, pero al final se impone la desilusión brumosa.
“No era necesario hacer preguntas. El periodismo a veces debe abstenerse de ello en situaciones tan difíciles. Hacer lo contrario habría sido un pecado deportivo”. Así lo describió el periodista Ricardo Quirós (ya fallecido) en 1980, año en que Cartaginés perdió la final contra Heredia en el Estadio Nacional.
Para ese entonces, los de la Vieja Metrópoli tenían 40 años sin saborear el campeonato y ya se hablaba de un trauma, según reseñó el redactor Gaetano Pandolfo.
“ Cartaginés tiene un elefante en la espalda, en esa ocasión se lo tragó el ambiente y Herediano era un equipazo”, cuenta Pandolfo.
Las generaciones pasan y las caras alborozan, como sucedió en 1988, cuando el club tenía otra oportunidad pero perdió la final con global de 3-2, ante el Team.
El recuerdo de esa serie es el gol de cabeza legítimo de José Chan en el juego de vuelta, pero que el árbitro Víctor Rodríguez anuló.
“Como periodista fue muy rudo por la experiencia, ver el comportamiento de los muchachos, unos agresivos, otros más maduros y otros se dejaron llevar por coraje”, recuerda el periodista Enrique Salas.
La final más reciente es la de 2013. También fue una tarde perfecta en Cartago: algarabía en el Fello Meza, marcador de 3-1 a su favor, pero el resto de la serie se escribió en el Rosabal Cordero.
En las páginas de este diario todavía no se escribe Cartaginés, campeón.