Al cierre de edición de esta revista, 30 mujeres habían acusado a Harvey Weinstein de conducta inapropiada, ya fuera acoso, manoseos o incluso violación, desde sexo oral hasta penetración vaginal de forma forzada.
La lista crece a diario y es muy posible que cuando usted lea esto, se hayan sumado más nombres.
Las declaraciones de los de reportajes iniciales generaron un efecto dominó que no parece detenerse todavía y al que se han sumado pesos pesados de Hollywood, como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow, Kate Beckinsale, Ashley Judd, Cara Delevingne, Rose McGowan y muchas más; todas aseguran haber sido acosadas durante los últimos veinte años, de distintas formas, por Weinstein.
A continuación, el detalle de algunas de sus historias.
Asia Argento, actriz italiana, asegura que Weisntein la violó cuando tenía 21 años. Argento relató a The New Yorker que el magnate la invitó a su habitación en el Hotel du Cap-Eden-Roc, en Cannes; la mujer creyó que se trataba de una fiesta, pero al presentarse al lugar descubrió que solo estaban ellos dos. Weinstein se puso una bata y le pidió que le diera un masaje. La mujer accedió de mala gana, antes de que Weinstein le subiera la falda y le hiciera sexo oral de forma forzosa.
Argento dijo sentirse culpable por no defenderse y que había sufrido un horrible trauma. Luego accedió a tener sexo de forma consensual con Weinstein, a lo que accedió por temor de que este arruinara su carrera de no hacerlo. “Después de la violación, él ganó”, dijo Argento.
Lucia Evans dijo a The New Yorker que en el 2004, siendo una aspirante a actriz, fue abordada por Weinstein en el club Cirpriani Upstairs, en Nueva York.
Allí, concordaron una reunión en la oficina de Miramax, donde Weinstein la esperaba solo. La forzó a brindarle sexo oral. “Es un tipo grande, fue más fuerte que yo”, dijo a la revista. Confesó que todavía se sentía culpable de no haberse resistido con más fuerza.
Otra actriz, que prefirió permanecer en el anonimato, dijo que Weinstein la había violado y que consideró denunciarlo ante la policía, pero temió por su bienestar y optó por guardar silencio; mantuvo una relación profesional con el productor.
Gwyneth Paltrow tenía 22 años y recién había conseguido el rol protagónico en la adaptación de la novela +Emma, de Jane Austen. Paltrow dijo al New York Times que Weinstein la convocó a su cuarto de hotel, donde le pidió que le diera un masaje. Paltrow se rehusó y se sintió petrificada. Se lo contó a su entonces novio, Brad Pitt; Weinstein después le advirtió que no debía decírselo a nadie más. “Temí que fuera a despedirme”, contó.