Antes de Italia 90 la Selección Nacional pudo haber estado en un Mundial... no se sabe, pero la posibilidad estuvo abierta de par en par.
También pudo empezar a medirse en rutas eliminatorias antes de 1957, cuando dio sus primeros pasos en las etapas previas de las copas.
Solo los dirigentes de la época sabrán por qué se rechazó una invitación a un mundial y se alargó la participación nacional en las clasificaciones.
En definitiva, si la decisión hubiera sido distinta hoy estaríamos recordando la primera intervención de Costa Rica en una cita planetaria diferente a la italiana.
De la mayoría de esta historia, La Nación no tiene registro, pues sus páginas empezaron a reseñar las noticias del país en 1946; previo a ese año ya habían transcurrido tres mundiales.
Para Uruguay 1930 no hubo eliminatorias. Todas las selecciones llegaron por invitación del país suramericano y aunque la Nacional tuvo esa oportunidad, declinó la posibilidad de asistir.
“Sus autoridades deportivas no la aceptaron por problemas económicos y de organización”, explicó el periodista e historiador Rodrigo Calvo, en una nota publicada en 2007.
Según escribió Calvo, “la Federación tica desistió de participar al admitir que no tenía fondos para financiar el costoso viaje en barco, ni contó con la ayuda del Gobierno”, añadió.
Un problema generalizado, pues incluso la presencia europea fue escasa.
Por Concacaf asistieron México y Estados Unidos.
Fue el único momento en que los países optaron por una clasificación directa, sin partidos de dientes apretados en el área; después vendrían las eliminatorias.
Hacia la cita de Italia 1934 las selecciones de Centroamérica y el Caribe tenían que inscribirse, ya que no había la cantidad de equipos que existen ahora, pero Costa Rica tampoco quiso.
Por la región lo hicieron Haití, Cuba y México, después lo hizo Estados Unidos, que finalmente clasificó.
Cuatro años después la organización recayó en manos de Francia, un hecho que marcó la determinación negativa de la Sele por buscar un campo en el Mundial.
Se suponía que las sedes iban a ser alternadas entre Europa y América, pero al designar a los galos como anfitriones, los americanos hicieron una protesta, impulsados por Argentina.
Pero el reclamo no surgió efecto en la organización.
Al final, la Albiceleste se negó a competir y entre sus aliados para imponer un boicot estuvo la Nacional.
Del continente solo fueron Cuba y Brasil.
Entre los años 1942 y 1946 no se realizó la Copa del Mundo debido a la Segunda Guerra Mundial.
La opción de clasificar regresó para Brasil 1950, con dos espacios disponibles en Concacaf, pero nuevamente la Tricolor ni siquiera se inscribió en esa etapa.
Sin novedades, México acudió como campeón de la Copa de Naciones de Norteamérica y Estados Unidos como subcampeón.
La historia se repitió hacia Suiza 1954, pero en la circunstancia más impensada en estos tiempos.
Los ticos finalmente sí tuvieron interés por asistir a su primer Mundial, pero el envío de la inscripción a la FIFA se hizo tarde.
Al menos fue un inicio —aunque lento— hacia su primera disputa de eliminatoria, para Suecia 1958.
Desde entonces, Costa Rica ya suma 16 apariciones consecutivas en busca de los boletos mundialistas.