Bryan Ganoza tiene 24 años y se siente a gusto con su imagen en el espejo. Se enorgullece de los músculos que se ha esculpido y de su capacidad para fijarse metas y aprovechar oportunidades. La suya es una generación que a diario contrasta las tradiciones con los estilos de vida de la cultura mediática, que ya no le pide certezas al futuro y que asume que cuanto logre será a fuerza de trabajo individual y astucia.
Sus pares son la base populista que erige y bota ídolos en un día, pero nadie se resiente porque así son ahora las cosas.
Para ellos, la confianza se otorga por resultados y así lo miden todo.
Ganoza es marca de éxito en la primera temporada del programa Combate , modela y hace shows pero sabe que el cuerpo no es eterno.
Le enoja el estereotipo de que los modelos no saben administrar dinero porque él es gran comerciante y está sacándole provecho a su imagen pública para cocinar proyectos, en el entretenimiento y la política.
– ¿Su primer recuerdo de conciencia? –Lo primero que se me viene a la mente es mi madre jalándonos, a mi hermano y a mí, de un lugar a otro, para no dejarnos solos mientras ella trabajaba. La figura materna es muy fuerte.
–¿Es su heroína? –Exacto. Esa es la palabra. Mi mamá es la heroína de mi vida y cada vez que pienso en ella es buscando cómo hacer que esté orgullosa de mí.
– ¿Es ella su parámetro para escoger novias? –Ella me inculcó humildad; ver a la gente por igual y ayudar. Es una muy buena madre; dejó muchas cosas para serlo. Claro que sí es un parámetro para encontrar una mujer para mi vida.
– Para casarse, ¿buscará una muchacha que tenga las cualidades de su mamá? – Que tenga los valores que mi madre me inculcó; debe ser buena madre, una mujer centrada, con los pies bien puestos sobre la tierra, que sepa lo que quiere. Una mujer inteligente.
– ¿Tiene ella poder de veto? – No; ya la hice sufrir. No le voy a mentir, ya estuve en una relación con la que ella no estuvo de acuerdo, pero ahí seguí, porque uno es así de terco...
– ¿Tenía razón su mamá? – Totalmente. La mamá siempre tiene razón porque quiere lo mejor para uno.
– ¿Su papá? – Murió de un infarto y no tengo recuerdos de él, pero tuve un padrastro que es un padre y estoy súper agradecido con él. Me enseñaron muchas cosas buenas, aunque los medio mortifiqué en mi cambio de niño a adolescente, por las malas juntas en un deporte que practicaba.
– ¿‘Patineteaba’? – Eso mismo, fui skater vario tiempo ( sic ), pero luego fui ciclista profesional cuatro años.
– ¿Y lo del modelaje? – Desde niño siempre quise trabajar para televisión. Mi mamá, mi abuela, todo el mundo veía novelas. Me acuerdo de La Usurpadora y de mí diciendo: ‘Mami, quiero salir en una novela, quiero ser actor’.
– Una de sus exnovias ha dicho que usted es un inmaduro. ¿Es un “bebé de mami”? – Sí, lo han dicho; pero siento que lo han dicho más por despecho. No soy chiquito de mami, porque no lo soy. Pero sí paso muy pendiente de ella, porque soy súper agradecido.
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– ¿Se han sentido celosas de su mamá las mujeres en su vida? – Claro que sí. En esa relación, me aparté mucho de mi mamá y me di cuenta tarde. Espero que no vuelva a suceder.
– El niño que quería salir en tele, ¿cuándo tuvo percepción de sí mismo? – Cuando entré al colegio fui muy perseguido por las chicas; era el chiquillo guapo. Era muy alto y, tal vez por mi forma de ser, he tenido buen carisma y, no sé, siempre me meten en las cosas más populares. Me hice ciclista por cuatro años, corría con el comité de San José; hasta que me caí y tuve una contractura en la espalda. Era muy, muy delgado, pero comencé a ver músculos y me gustaron. Me ha costado; han sido siete arduos años entrenando seguido; día tras día.
– ¿Los músculos de quién vio? – Todo hombre quiere ser musculoso. Desde niño, uno ve a Supermán y a Batman, y quiere tener cuadritos, pectorales, buenos brazos. Entré al gimnasio y en seis meses subí como tres kilos, y así seguí.
– ¿Ha usado esteroides? – No. He usado productos con proteínas y aminoácidos que me ha recomendado el preparador. Con eso hay que tener mucho cuidado.
– ¿Este es el cuerpo con el que se siente feliz? – Sí. Creo que estoy en el punto ideal; estoy con buen peso y con la definición que quiero. Cuanto más grande esté, me siento más feliz.
– ¿Cuál de los Avengers es? – Thor.
– ¿No Hulk? – No. Thor. He visto todas las sagas de cómics y las fábulas de Dragon Ball, Caballeros del Zodíaco. Siempre tuve juegos de video, pero nunca estuve muy metido.
– ¿En qué adicción cree que caería? – Le tengo miedo a las drogas porque tengo una vida muy linda: de donde vengo y lo que he logrado y crecido como persona; tanto que he sufrido y trabajado para tener este cuerpo; todo lo que he dejado de comer para poder estar como estoy; todo lo que he invertido, y si pruebo droga, puedo perderlo todo. A los chicos les digo que lo piensen no dos, sino diez veces, porque la verdad es que con las drogas no hay margen de ganancia. Todo es error para hacer sufrir a tu familia y perder las cosas por las que tanto ha luchado uno.
– De niño, ¿era muy exigente con las marcas? – No. Mi mamá siempre ha sido muy luchadora y trabajadora, y yo fui un hijo consciente.
– ¿Cuál es su definición de metrosexual? – Una persona a quien le gusta que la gente perciba que anda bien vestido, que huele bien, que tiene las uñas bien recortadas y va bien peinado' que se cuida en todo sentido.
– ¿Y usted... – Sí, claro que sí: me considero metrosexual, desde siempre he sido muy cuidadoso conmigo mismo. En este tipo de trabajo en que trasnocho tantísimo, hay que cuidarse a futuro.
– ¿Cómo enfrenta la reacción machista contra los hombres que se cuidan mucho? – Tengo suerte, más bien he topado con mucha gente que me pregunta dónde compro lo que yo uso, hasta algunos machistas. Combate me ha dado esta capacidad de que tanto mujeres como hombres me admiren. Voy en la calle o en el supermercado ( sic ) y los niños se me tiran encima porque, según ellos, me conocen y me ven como un superhéroe.
– Practicó patineta y ciclismo, que son deportes de destreza y lucimiento individual. ¿Tiene que ver con lo que se dice de que a usted le cuesta trabajar en equipo? – Es cierto. Pero no es que me cueste estar en equipo, porque lideré el equipo Azul y, cuando he tenido grupos de baile, he sido el líder. Siento que tengo un buen liderazgo.
– Entonces, ¿se siente más cómodo en los deportes que le permitan lucimiento personal, pero si trabaja en equipo, prefiere ser el capitán? – Exactamente. Siempre he sido así; desde muy niño, todo me lo daban a mí, porque yo era el más grande y el más rápido.
– ¿Cómo lo afecta el fracaso? – Uno, a como gana, pierde; e intento sacar lo positivo, pero me ha costado mucho. Antes me mortificaba mucho porque yo no me permitía fracasar, pero ahora he madurado.
– Cuando empezó ‘Combate’, ¿comenzaron de gratis o les pagaron? – Nos pagaron. Y tengo el mismo sueldo desde el primer día que empecé...
– Tiene apenas 24 años, es codueño de una discoteca (La Azotea), conduce un BMW del año y posee grandes planes de inversión. ¿De dónde viene el dinero de Bryan Ganoza? – De inversiones desde hace siete años. Por ejemplo, ya antes de Combate tenía tres carros. Soy comerciante y tengo negocios extra; he traído carros para arreglar y vender. Mi show personal cuesta ahora como $1.000, y el que hago con mi novia, hasta $3.000. Soy muy trabajador; a mí nadie me ha dado nada y la gente no se imagina todas las horas que trabajo para atender los negocios.
– Cuando los niños lo ven en TV, piensan en fama, dinero y muchachas. ¿Cuál es la realidad? – Es cierto, las mujeres se vuelven locas; salen por todo lado, de todas formas, colores y sabores. Hay que saber llevar eso. Soy una persona muy centrada, de relaciones largas; no me gusta andar como una pelota de ping-pong. Me cuesta mucho hacer química, y cuando la hago, intento cuidarla, porque si yo estoy sentimentalmente estable, todo está estable.
– ¿Espejismo de droga, modelaje y sexo? – Yo empecé mi vida sexual casi a los 18 años, ya sabiendo lo que tenía que hacer. En mi familia somos tres hombres y siempre tuvimos muy buena educación sexual, tanto en el colegio como en mi casa. Yo estaba enfocado en el deporte; en querer ganar. Para mí, la edad está bien. Ahora, lamentablemente, uno ve chicas embarazadas a los 13.
– ¿Cuán peligrosa es la mafia del modelaje? – Hay lugares y personas que abusan para tener dinero. Inventan concursos. Yo les digo que mejor se averiguen bien, porque hay demasiada gente que está abusando para sacar dinero. Gente mala hay muchísima, y mejor estar con un pie adelante.
– Lo persiguen las mujeres. ¿Llega el momento en que desea espantarlas? – Las mujeres no aburren, para nada; se disfruta y, la verdad, modestia aparte, me siguen y me llaman. Yo me debo a la gente y debo ser agradecido.
– ¿Cuánto ego hay que tener para subirse a una pasarela en ropa interior? – Hay que estar contento con uno mismo y seguro de que lo que uno va a hacer, de que lo va a hacer bien ( sic ).
– ¿Cuán cómodo se siente en ‘hilo dental’ o tanga? – Hilo dental nunca he hecho. Me han intentado poner, pero no hago ni tengo pensado hacerlo. He sido imagen para varias marcas de ropa interior y muchos caballeros usan tanga.
– ¿Aceptaría hacer desnudos? – Como actor, si fuera algo muy profesional y artístico, sin caer en la vulgaridad y sin mostrar partes íntimas.
– ¿Qué estereotipo sobre la gente del espectáculo le molesta? – Creer que uno menosprecia o que juega de vivo; porque a como soy en la casa, soy en la calle. Me gusta que me admiren y ser un ejemplo, como lo estoy siendo para muchísimos niños.
– ¿Y cuál lo enoja más? – Que piensen que los modelos no salen adelante ni se superan como personas, y que son unos perros . Dicen que son ‘desenfocados’ y que no hacen nada con toda la plata que ganan.
– Cuando dijo que su vida había dado un giro de ‘350 grados’ lo tildaron de tonto en redes sociales. ¿Lo molestó? – Totalmente. Pienso que fue algo en el momento de editarlo, porque yo no voy a decir ‘350 grados’. Eso fue una equivocación al escribir la nota.
– Pero usted sí lo dijo. De hecho, sus palabras están grabadas. – Entonces me toma por sorpresa, porque yo sé qué es lo correcto. No sé en qué estaba pensando cuando lo dije. La gente está viendo qué hace uno mal para criticarlo. En redes sociales me criticaron mucho, pero viera cómo me escriben los comentarios en el Facebook: súper mal escritos. Entonces es algo que me tiene sin cuidado.
– ¿Cuál es su perfil real? – Hay casi 100 perfiles falsos. Solo tengo uno privado y el de BryanCombate, y yo soy el que los revisa y responde.
– También circula una comparación entre sus 97.000 seguidores en Facebook y los del Dr. Franklin Chang. ¿Le prestaría su imagen a una figura así? – Sí, claro, es una persona que le ha dado mucho a este país. Sacaron otra imagen muy fuerte con Jesús que decía: ‘Él conoce todos sus problemas’, y en la foto mía: ‘él no sabe quién es usted y, aun así, lo idolatra’.
– ¿La gente lo idolatra? – No. Es admiración.
–Presta su imagen para causas. ¿Lo hace frecuentemente? – Sí, hago muchas obras de beneficencia y me encanta. Adonde voy, reúno a mucha gente.
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– ¿Por qué le prestó su imagen a Rodrigo Arias? ¿Por ese carácter masivo? ¿Se acercó él a usted o usted a él? – ¡Ay, qué pregunta! Le voy a confesar algo: a mí, desde muy niño, me encanta la política; estuve en el gobierno estudiantil y, sinceramente, me encantaría ser político. Con don Rodrigo, me buscaron personas que trabajan para él y me hablaron, y, la verdad, como siempre quise involucrarme con eso de la política, siento una buena oportunidad. Don Rodrigo es una escuela andando y siento que puedo crecer muchísimo. Por eso fue que anduve por ahí y que voy a continuar por ahí.
– ¿Le ofrecieron dinero o algo a cambio? – No, lo hice por lo que le digo: es una oportunidad.
– ¿Será posible que lo meta en una lista de diputados? – Diay, quien quita un quite, y en la de menos ando por ahí, porque la política siempre me ha apasionado. Don Rodrigo es una persona con la que usted habla diez palabras y aprende nueve; por eso es que anda mi imagen con don Rodrigo Arias.
– ¿Y comparten amistades? ¿Gente joven o de la edad de él? – Tenemos varias amistades en común: empresarios y también gente del medio.
– ¿Su familia era liberacionista? – Sí, y yo también. Siempre, desde que recuerdo.
– ¿Sabe quiénes son los seguidores de ‘Combate’? – De todo, desde niños hasta gente mayor, de todo estrato social.
– ¿Lo han querido apantallar para seducirlo? – Yo me rozo con tantísimas mujeres que ya las mido. La forma en que te hablan, cómo sacan las llaves del carro para que les vea la marquita. No le tomo interés. He luchado de cero por lo que tengo y no me desvive.
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– ¿A qué tipo de mujer le hace la cruz? – Si uno está conociendo a alguien, hay que ver la familia; si la familia no está bien es mejor “aquí corrió, que aquí murió”.
– ¿Ha recibido también propuestas de hombres? – Como en todo, hay gente que pone comentarios respetuosos en Facebook y otros que no. No soy homofóbico; en este medio hay mucha gente con diferente preferencia sexual, pero sé hablar y no ha habido un hombre que me falte el respeto de frente.
– ¿Por qué se dejó la barba? – Llevo cuatro años sin quitármela. Fue en un cambio de look y me encantó. Ya ahora forma parte de mí.
– Pero el resto, ¿se depila todo? ¿Va a salón? – Me depilo todo. Estuve yendo a salón.
– ¿La línea de bikini también en el salón? – No, ¡ahí no se podía! Me rasuro piernas, brazos, etcétera. Desde que era ciclista, vengo con la costumbre.
– ¿Qué es lo más loco con que lo han sorprendido? – Una vez en un evento, hice la presentación y cuando voy al camerino, había cuatro mujeres desnudas esperándome. De una vez salí corriendo, porque no puede uno. Jamás. Pero sale cada cosa que uno se queda anonadado. En la calle, ya ando con cuidado porque así como hay mujeres que se me tiran encima, tal vez el hombre de esa mujer se enoja. Una vez llegué a un evento y me dijo una señora: ‘Bryan, usted no tiene idea la paliza que me metió mi esposo por usted’. Son cosas que te golpean. Mejor andar con un pie adelante.
– Llegará el día en que el cuerpo no le sirva para trabajar ¿qué previsiones tiene? – Estoy en etapa de ahorrar e invertir. Me considero un buen administrador de dinero. Si hoy tengo mil, trabajo para tener dos mil mañana. Soy muy negociante. Aparte del programa y los eventos, ya tengo otros negocios en mente.
– ¿De dónde le viene lo comerciante? – De mi mamá y de mi abuelo, porque mi papá era músico y bailarín.
– ¿Y usted canta? – Costa Rica es un mercado pequeño, pero lo bonito es que uno puede probarse en todo.
– ¿Cuándo piensa internacionalizarse? – Cuando termine mi tiempo en Costa Rica. Combate termina en enero.
– ¿México o EE.UU.? – Creo que Estados Unidos porque no necesito papeles.
– ¿Lo acompleja no haber hecho carrera universitaria? – Siempre quise ser odontólogo, pero comencé a trabajar porque no podía pagarme esa carrera. Me fue súper bien trabajando; entonces me compré un carrito y después quise cambiarlo y así seguí trabajando. El estudio es indispensable, pero ahora estoy aprovechando el momento, montando mi futuro.
– ¿Adónde se ve en diez años? – Me quiero casar, tener hijos, una familia bonita, unida, ir los domingos a la iglesia. Me veo trabajando en lo que me apasiona, que es la televisión. Dios primero, así sea.