Cervantina es una comedia con humor fatalista. Los cinco intérpretes de la compañía española Ron Lalá están convencidos del ingenio y genio de Miguel de Cervantes (1547- 1616) pero, al mismo tiempo, conocen el destino de su prestigioso legado literario. "Todos te leerán a medias, si no es que en Wikipedia", condena "la musa" del autor (interpretada por el actor Íñigo Echevarría).
La primera función de la Cervantina, durante la programación del Festival Internacional de las Artes (FIA 2017), recibió sonoros aplausos en atinados chistes locales —fútbol, política y chiliguaros, para ser precisos— y terminó con un acto musical en el que el público llevó el ritmo con las palmas.
Este lunes, el Teatro Nacional ofrecerá la segunda y última función de la obra de teatro. La presentación será a las 8 p. m. Las entradas del espectáculo, con costo de ₡7.000, pueden comprarse en la Boletería o en puntos Servimás.
Contagio masivo
La obra de teatro es un curso rápido en una pasión que, cantan los actores, no tiene "vacuna ni aspirina".
El principal síntoma del virus de la Cervantina es la "libertad" de pensamiento. Como una y otra vez demuestra el elenco de Ron Lalá, la literatura de Cervantes tiene perros que hablan, "cuatro siglos antes de Pixar"; personajes femeninos autónomos y fuertes, "cuatro siglos antes del sufragio universal"; y un encuentro con el dios griego Apolo "cuatro siglos antes que el LSD".
Sin mucha ceremonia, los chistes de Ron Lalá son rápidos y en verso. A la vista y paciencia del público, los disfraces se quitan y se ponen para interpretar poemas, novelas, entremeses y otros textos de Cervantes.
Cervantina presenta extractos de algunas Novelas ejemplares —El celoso extremeño, La gitanilla, Rinconete y Cortadillo, El licenciado Vidriera y El coloquio de los perros—; el entremés El hospital de los podridos; unos versos " de cabo roto " y termina con la novela Viaje del Parnaso.
El público tiene la oportunidad de participar en momentos del montaje: desde una lectura de palmas de la mano y hasta una terapia de catarsis colectiva.
Como propone Ron Lalá, la risa abunda en la literatura ingeniosa y, a carcajadas, ofrece el único paliativo para el enfermo cervantino: "Todo el mundo lea a Cervantes para pensar por sí mismo".
Más del FIA
El Teatro Nacional ofrecerá la última función de Cervantina este 3 de julio a las 8 p. m. A esa misma hora, el Teatro de la Danza (Cenac) presentará el mito griego Otelo, a cargo de los chilenos de Compañía Viaje Inmóvil. El Teatro 1887 (también en el Cenac) tendrá la obra La casa limpia de los costarricenses de Teatro Abya Yala. La programación completa la puede consultar en fiacr.com