La nostalgia se apoderó por pocos minutos del escenario del Teatro Melico Salazar. Juana y Chana aparecieron en el entablado y su conversación dejó muy en claro que el tiempo que estuvieron distanciadas no tuvo nada que ver con un enojo.
El abrazo sincero en el que se fundieron estas dos viejitas –después de reencontrarse frente al público luego de 20 años– fue el abrebocas perfecto para una noche colmada de carcajadas en la primera presentación de la obra Gallito Pinto 3 , de Marcia Saborío y María Torres, la noche de este martes.
Afuera del teatro la lluvia fue insistente; sin embargo, el frío no pudo contrarrestar la calidez que estas dos actrices le contagiaron a un público que, como ellas mismas lo dicen, las abrazó desde que ingresaron al escenario.
Los fantasmas se disiparon cuando las dos actrices encarnando a las ancianas, se tomaron de la mano y comenzaron el viaje que las llevará –hasta el momento– a presentar la obra en tres fechas más.
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“Estamos juntas de nuevo y somos las mismas de siempre”, dijo Chana (María), y el público se rindió ante este reencuentro lleno de melancolía.
La obra estaba dispuesta para durar “en frío” aproximadamente una hora y 20 minutos, pero la improvisación y el amor de la concurrencia impidieron que el horario se cumpliera, y la presentación se extendió más de lo que habían acordado.
Sin embargo, para los presentes la noche del martes, eso no fue ningún problema porque cuando uno se la pasa bien, el tiempo es lo de menos y con Marcia y María haciéndolos reír a más no poder, nada importaba.
Los invitados. Llegó el momento de dejar de lado la sentida reunión y de ver a las actrices ataviadas en un traje de fatiga representando de forma colorida la fuerza policial tica; de nuevo, todo fue alegría, principalmente porque desde el comienzo los espectadores fueron parte importante de la obra. La interacción fue un punto alto durante toda la presentación.
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“Es impactante el primer aplauso de la gente; es como la sensación de reencontrarse con el mejor amigo porque ya nos conocíamos desde hace mucho tiempo; es un gozo en común”, explicó María, después de analizar la respuesta de los presentes y la participación durante la obra.
“Tenemos que ajustar unas tuerquitas con la improvisación, porque el público vuela con nosotras y nos dejamos llevar con ellos”, explicó Marcia.
No fue necesario un montaje ostentoso porque ellas dos se la jugaron a puro talento y carisma; un fondo negro y una pantalla para proyectar videos viejos fue lo justo para que María y Marcia se hicieran grandes en el escenario, como bien lo saben hacer .
A cada personaje lo interpretaron con cariño y calidad. Por la tarima pasaron parejas que hace mucho se convirtieron en parte de la cultura popular costarricense, además de personajes que conocimos en la pantalla chica gracias al programa Caras Vemos , y que por primera vez vimos en vivo, como Chicho y Checho.
De las viejas conocidas llegaron la cabo López y la sargento Chepa Gutiérrez. Metidas entre el público haciendo su presentación, confirmaron que algunas cosas no han cambiado mucho en 20 años –como el alcalde de San José– pero supieron hacer chistes con temas que atañen a los ticos en estos tiempos, sin dejar de lado esa fisga que las ha caracterizado.
Hay cosas que, definitivamente, no podían faltar. Las interminables bromas sobre el peso de una o el tamaño de la boca de la otra hicieron las delicias del público que ya extrañaba a esta dupla cómica.
Otras que llegaron a sacar risas fueron las “fresas” de Taty y Sussett; las chicas han mantenido su amistad a pesar de los años, siguen viviendo a costillas de sus papis y se matricularon en una nueva universidad: la UEA (Universidad para Estudiantes Adinerados).
Por las tablas también pasaron la dulce nica Carmencita y su compinche Champú, quienes pusieron al público a soñar con un mundo mejor.
Hubo momentos muy altos en la puesta. Uno de ellos fue protagonizado por la inocencia socarrona de Shirley Yahaira, que a pesar de que todavía tiene cuatro años y medio, ya se le ve una que otra arruguita.
Su tía Maricucha también llegó y se encargó de darle una buena dosis de amor –a golpes, como solo ella sabe darlo– a más de uno de los asistentes.
Las guapas chinitas Chunlin y Chunchin pusieron en aprietos a las actrices durante su número, ya que hubo fallas técnicas con el sonido, lo que provocó que Torres y Saborío –sin salirse de personaje– sacaran sus mejores dotes de improvisación. Quienes estuvieron ahí se dieron cuenta del gran talento que poseen ambas.
Con Thalía y Lucerito bailando swing criollo, las actrices llevaron a los presentes a recordar las camisas de viyela y los pantalones campanas de los 90. “¡Ay¡ Ese par son tremendas”, dijo Marcia, y con toda la razón, porque estas inseparables amigas continúan teniendo las ganas de pulsearla que las ha distinguido siempre.
El adiós no podía ser mejor. Diestre y la queridísima Elodia terminaron de enamorar a la concurrencia que se dejó llevar en un viaje hacia la ternura, cuando la humilde y sencilla Elodia bailó con todas sus energías en el escenario. Épico, nada más que decir sobre esta breve pero hermosa presentación.
Con muchas ganas. Aunque dos décadas no pasan en vano, las dos actrices hicieron todo lo posible para que el tiempo no afectara su desempeño en el escenario: sus personajes tenían que correr, bailar y brincar con la misma fuerza que en 1996.
“En algunos momentos nos quedamos sin aire porque los años no pasan en balde, ya no somos las mismas de siempre; pero cuando estamos en el escenario creemos que sí y ahí es donde la vemos dura”, recordó María.
“Hoy (ayer para el lector) ya yo me siento como después de un parto maravilloso, pero les cuento que el chiquito nació bien”, comentó entre risas Saborío, haciendo alusión al esfuerzo físico que les exigen algunas de las interpretaciones.
La espera de muchos años valió la pena: la nueva dosis de Gallito Pinto mantuvo su esencia de humor blanco, fino y sin poses de estas grandes actrices.
Un día antes del estreno, María tuvo un sueño. Ella se vio junto a Marcia despidiéndose del público cubiertas por una bandera de Costa Rica; era como si todo el país las abrazaba con cariño.
El martes, al despedirse de la audiencia que las ovacionó de pie, cumplieron dos anhelos: sentir el abrazo del público mientras las cobijaba la bandera y reencontrarse en un escenario frente a un país que admira su trabajo.
Presentaciones
Detalles:Las nuevas funciones de Gallito Pinto serán este jueves 2, martes 7 y miércoles 8 de junio en el teatro Melico Salazar, en San José. Las entradas para asistir a la obra ya están agotadas; las artistas no anunciaron nuevas fechas de presentación.