Una obra corta exige a cualquier intérprete transmitir la hondura de un personaje en pocas líneas. En La bruta espera , compuesta por textos del argentino Julio Chávez, María y Tatiana Chaves lo consiguen tres veces.
La Sala Vargas Calvo del Teatro Nacional, recibe por segunda vez , hasta el 26 de abril, un montaje dirigido por Claudia Barrionuevo. Por el trío de comedias, ambas hermanas y colegas compartieron el galardón a la mejor actriz en los Premios Nacionales de Teatro .
En el montaje, tres historias muestran a seis personajes distintos, sometidos a situaciones de hilarante tensión e inesperadas resoluciones. La bruta espera , El as en la manga y Los amores de Águeda ven a las hermanas Chaves saltar entre registros oscuros y agitados monólogos que, en la Vargas Calvo, el público respira de cerca.
“A ambas nos encantaron los textos porque son historias femeninas, pero a su vez, tratan varios temas como la maternidad, la solidaridad, y hasta lo político”, explica María Chaves.
En la primera pieza, a una mujer la embarga el temor de ser madre, mientras aguarda el parto; en la segunda, una amiga resulta más misteriosa para la que confió en ella. Finalmente, vemos un amor contrariado en un pueblo de Cartago.
Tatiana Chaves subraya el valor para la agrupación que integran (Grupo Yicrá) y para ellas como intérpretes: “Después de un rato de estar haciendo teatro, este espectáculo es la concreción de un sueño compartido, que era actuar una obra de manera conjunta, donde estuviéramos solas las dos en escena”.
Examen. Desde el 2008, las actrices trataron una y otra vez de montar las piezas de Chávez, pero fue hasta el año pasado cuando lo consiguieron, dirigidas por Claudia Barrionuevo.
“Lo acepté antes de leer las obras porque confiaba en el criterio de ellas y me encantaba participar en esto que era muy emocionante. Cuando leí las obras, me gustaron mucho y me di cuenta de que era un reto actoral”, confiesa la directora.
La puesta en escena es sencilla y enfatiza en las volubles personalidades de las seis mujeres en conflicto. “Fue un trabajo bastante pesado, intenso. Esta cosa casi caricaturesca, casi al borde de la farsa, surge de su situación límite, de su gran conflicto interno”, considera Tatiana.
En ese límite, cada uno de los seis personajes se abre como un abanico de perspectivas de vida, verbo ágil y ejemplo de la experiencia de muchas mujeres. “Son personajes muy contradictorios, muy fuertes. En esas obras tan cortas, en tan poco tiempo, se sabe mucho de ellas. Eso es muy rico”, añade la directora.
‘Eso creo que fue lo más difícil cuando estuvimos trabajando porque es muy extrema la situación. Era importante que los personajes de una obra no se parecieran a los de la otra’, comenta Barrionuevo.
En algunos momentos de la obra, el personaje de Tatiana interpela al público con la mirada y los gestos; en cierto modo, es como si les preguntase qué harían en tal situación. “Para mí, ese punto de sacar a la superficie temas sencillos, muy humanos, pero que siguen siendo tabú dentro de nuestros núcleos familiares y sociales”, opina la actriz.
Como explica Barrionuevo, a los textos originales se les cambió muy poco; especialmente, la expresión coloquial que, naturalmente, se basaba en humor y personajes argentinos.
Sin duda, para las dos actrices, la espera valió la pena. Tras compartir el galardón, tuvieron oportunidad de remontar la obra, algo que, como artistas independientes, no es tan común. “ Sin el espacio que el teatro está abriendo, no hubiéramos podido. Teníamos idea de dar otra temporada este año antes del premio, pero no sabíamos dónde”, afirma María.
Las artistas quieren llevar la obra fuera de San José y confrontar este negro humor con el público de varias comunidades.
La obra La bruta espera estará en escena en la Sala Vargas Calvo hasta el 26 de abril. Las funciones, de jueves a sábado, son a las 8 p. m.; domingos, a las 5 p. m. Tel. 2010-1111.