Su camino por Costa Rica lo inició cuando tenía 19 años. Alberto Reyna, nacido en Argentina y criado en Chile, cumple este año cuatro décadas de engalanar la televisión nacional y esta semana anunció que a finales del 2014 se retira.
La voz de este conocido conductor llegó al país, gracias a la compañía de teatro de su papá. En aquel entonces, don Aníbal Reyna presentó en el viejo Estadio Nacional una representación de la Pasión de Jesús, en Semana Santa.
Luego de dicho montaje, la relación de los Reyna con Costa Rica fue para siempre.
“Mi papá nos trajo a Costa Rica por asuntos del golpe militar que hubo en Chile. Él escogió este país porque se enamoró de la gente y el territorio que era muy parecido a Chile”, explicó Alberto de 63 años.
El presentador de televisión, quien con su voz y su elegancia se ganó el respeto y el cariño del público, conversó con Viva sobre sus experiencias y qué hará luego de dejar de trabajar.
Su primera profesión y pasión es el teatro...
Al lado de mi padre aprendí producción, teatro y montaje. En 1971, se abrió la Compañía Nacional de Teatro y se empezó a dar plaza a actores que querían participar en la compañía. Tuve el honor de quedar entre los 10 actores fundadores; para mí fue muy lindo.
¿Cómo fue el paso del teatro a la televisión?
Mi gran odisea y satisfacción se dio cuando entré a la televisión; llamaron a un grupo de actores para trabajar en canal 11, que en ese entonces se llamaba Tele Victoria. La frecuencia la alquiló un grupo de cubanos que venían de Nueva York y Miami y ahí trabajé con ellos como asistente. Recuerdo que llegó todo el mundo de la farándula, actores, presentadores y hasta los que estaban empezando a hacer cámaras.
¿Cuál fue el primer trabajo que hizo frente a cámaras?
Los cubanos hicieron una miniserie llamaba Tensión , que era de suspenso. Ellos traían el guion de un escritor cubano que radicaba en Miami. Usaron muchos actores del ambiente artístico de Costa Rica.
¿Cómo pasó de la actuación a la conducción y presentación?
Tuve el privilegio de que un día me dijo uno de ellos que me preparara, porque necesitaban una voz como la mía y mi presentación personal para una transmisión. Yo estaba muy joven y lo que había era una pelea de boxeo entre Isaac Marín y un mexicano, en el gimnasio Nacional; esa fue mi primera vez como presentador y tenía entre 23 y 24 años.
¿Por qué la recuerda con tanto cariño?
Fue la primera vez que el canal transmitía a colores. Los canales 6 y 7 ya transmitían programas y películas, pero en directo nada. Yo tuve el honor de hacer esa primera transmisión a colores.
¿Imaginó que esto le abriría el camino para ser uno de los presentadores con más prestigio del país?
Nunca, con lo de la pelea lo que hice fue presentar y entrevistar a los boxeadores, pero me temblaba todo; esas son experiencias que marcaron mi vida.
¿Cómo recuerda su ingreso al Sinart (canal 13)?
En 1978, empezaron a buscar gente que les gustara la televisión, la producción, camarógrafos, sonidistas y presentadores para fundar el canal nacional, y yo llegué. Fuimos los primeros en tener una móvil de televisión de verdad, no hechiza; esta móvil la trajeron para una visita de la realeza española y nos llenaba de orgullo.
¿Además de ser presentador recordado por los festejos populares, qué otros trabajos tuvo en el 13?
En la primera etapa estuve hasta 1986, fui productor y conductor en algunos programas, pero me dediqué más a la producción.
¿Por qué se pasó a canal 2?
Después de la primera Teletón que presenté, me llamaron de canal 2 para que condujera un programa que se ajustaba a mi estilo (clásico), se llamaba Afortuna-2 . En canal 2 estuve 14 años e hice producción y fui la voz oficial del canal; ahí conocí a Chiricuto y a su creador Lico Font; hicimos equipo para las transmisiones de los eventos de fin de año.
También se le recuerda por ser voz comercial. ¿Qué disfrutó más de esta etapa?
Una anécdota muy linda fue cuando me escogieron para ser la voz del Lagartito Tosty, fui elegido entre 15 locutores nacionales y uno mexicano y la hice durante casi cinco años. Otro recuerdo bonito es haber hecho la voz de Ronald McDonald; la única vez que yo canté fue en un comercial de Ronald en el que salía bailando con unos niños frente a un restaurante.
¿Aún la gente lo reconoce por la voz?
Mi voz, como estuvo en el 2, tenía mucha popularidad y ahora hago lo mismo en el 13; entonces sí, la gente me escucha hablar y me saca con solo eso.
¿Siente que es una institución en la TV nacional?
Yo me siento muy orgulloso; eso no es fácil. Sé que hay muchos compañeros que tienen una trayectoria, pero lo mío se ha manejado en muchas etapas como en radio, televisión y teatro; para mí, eso reúne cosas que son bonitas.
Hablando de los festejos de fin de año. ¿En qué ha cambiado la cobertura durante estos años?
Que el Festival de la Luz abarcó un público que estaba para el Carnaval, que era muy popular. También que muchas veces perdemos el concepto de lo que es la familia que se reúne alrededor de un espectáculo como el Festival de la Luz; en otros canales se usa mucho a la mujer o a las modelos con faldas cortas para llamar la atención; eso no es necesario. Nosotros (canal 13) usamos mucho la parte musical, para unos puede ser aburrido, para otros no.
¿Cómo recibe la pensión?
Eso lo he manejado con madurez, porque mucha gente me dice que qué voy a hacer, ¡diay!, continuar si Dios me da la oportunidad de ayudar haciendo producciones.
¿Piensa seguir haciendo producciones después de pensionarse?
Aquí me dicen que no me voy a ir, pero yo me pongo a pensar que hay jóvenes que vienen atrás y quieren un puesto. Si yo sigo más será para cultivar a esos jóvenes, pueda ser que los ayude a formar nuevos elementos para la televisión.
Volvió al Sinart en el año 2000, ¿qué significa para usted la entidad?
Es mi vida; aquí es una familia, tenemos diferencias, pero pasan. Esto para mí es mi mundo; mi experiencia se la debo mucho, primero, a canal 11, pero también el grueso de mi trabajo en la televisión en Costa Rica al Sinart.
Basado en su experiencia, ¿qué le hace falta a la televisión nacional?
Aquí hay muy buenos elementos en todos los canales de TV, hay madurez en locutores y presentadores, lo que nos falta es tener un nivel para proyectarnos al exterior, tenemos imágenes que a veces nos quedamos en cierto formato de la tele de 15-20 años atrás.
¿Qué va a extrañar de la televisión?
Sí, la voy a extrañar mucho porque son tiempo muy lindos, llega el momento en que uno dice que ya tocó. Cuando uno sale del trabajo piensa si vuelve o no, pero cuando dice pensión se pregunta si es una etapa final, pero se debe tomar con madurez.