La temporada de guerra está oficialmente inaugurada en Westeros. Y si bien es Daenerys la que parece tener las de ganar, el primer golpe vino de parte de Cersei... y fue demoledor.
En adelante veremos en detalle los principales aspectos de Dragonstone, segundo episodio de la sétima temporada de Game of Thrones, emitido por HBO para todo el mundo la noche del 23 de julio. Dese por advertido que aquí encontrará abundancia de spoilers sobre el capítulo en cuestión, así que si no ha tenido oportunidad de verlo, proceda con precaución.
Primero, lo evidente: ¡qué buen episodio! La presente temporada apenas lleva dos semanas y pinta bastante sólida, mientras vemos cómo el relato se teje para juntar, finalmente, a personajes que tienen años de no coincidir en una escena o que bien nunca han compartido. Es cierto que cada capítulo consumido nos hace sentir más cerca de un final que se acerca con velocidad de meteorito, pero el desarrollo de la historia no parece atropellado y, por el contrario, se siente un grato balance entre momentos de fuerte adrenalina grupales y espacios más íntimos de desarrollo de personajes. Todos están recibiendo su justo espacio bajo las luces.
Después de un debut silencioso la semana anterior, Daenerys tuvo mucho qué decir en Stormborn. La reina de los dragones se ve poco cómoda en Dragonstone, y se sabe no bienvenida en Westeros. En un modo que no le veíamos hace rato, Dany increpa a Varys sobre su lealtad (o más bien la falta de esta) hacia otros gobernantes y cómo ha traicionado y conspirado contra los monarcas, consciente de que fue él quien mandó a asesinarla años atrás, a pedido de Robert Baratheon. Varys reconoce que no hubo un soberano más sanguinario que el Rey Loco –papá de Daenerys– y que la única lealtad que guarda no es para el trono, sino para el pueblo. Así, el que el maestro de espías apoye a la Dany no viene de su amor hacia ella, sino de las posibilidades de un mejor futuro para el ciudadano común (motivos nobles y raros en una historia en la que la mayoría busca su beneficio personal).
No fue un episodio de mucho amor para la heredera de los Targaryen, pues debió aguantar no solo los constantes recordatorios de las atrocidades de su padre, sino también el saber que la mayoría de sus aliados están motivos más por odio a Cersei que por lealtad a los dragones. Ni modo, eso es lo que hay y a la joven reina le toca poner orden cuando la reunión de sus "amigos" casi acaba mal, en medio de las tensiones propias de tener los apellidos Tyrell, Sand, Lannister y Greyjoy en una misma mesa. Parafraseando a Tyrion (para notoria sorpresa de este), Dany se niega a ser "la reina de las cenizas" y soltar sus dragones sobre King's Landing y más bien expone un plan ideado por el enano: las fuerzas de Highgarden y Dorne sitiarán la capital para forzar a Cersei a rendirse, mientras que los soldados eunucos irán, jefeados por Grey Worm, a atacar Casterly Rock, cuna del poder económico y militar de los Lannister. Suena a un buen plan, ¿no?
Dany & Jon: inevitable
En la quinta temporada vivimos uno de los encuentros más significativos de la serie, cuando Tyrion y Dany se conocieron. Sin embargo, el careo que más se esperado dentro de GOT está previsto para la próxima semana, cuando Dany y Jon Snow finalmente queden frente a frente. Así quedó escrito en el más reciente capítulo, cuando ambos gobernantes cayeron en cuenta de que necesitan comparar apuntes.
Daenerys sabe de Jon por medio de Melissandre, quien llega a Dragonstone a ponerse a las órdenes de la reina. La sacerdotisa es quien pone al corriente a los ahí presentes de que Jon es el Rey en el Norte y que como Stark tiene más motivos para odiar a los Lannister que nadie. Tyrion secunda la moción y reconoce que Snow es un buen muchacho, alguien confiable, por lo que Daenerys pide mandarlo a llamar, aunque con la condición de que cuando esté frente a ella le declare su lealtad. Esto queda por verse.
Jon, por su parte, también concluye que necesita a su tía (¡ups!), pues en Dragonstone está el vidriodragón necesario para destruir a los caminantes zombis (gracias, Sam). Además, ¿qué mejor ayuda para destruir monstruos de nieve y hielo que tres dragones que escupen fuego?
La partida de Jon al sur deja a una sorprendida Sansa a cargo de Winterfell. Finalmente la pelirroja está al frente del castillo familiar, y todos sabemos que tiene rato de querer asumir el mando y ser apreciada como líder. Sus dotes de comando se pondrán a prueba, más si tomamos en cuenta que su hermano Bran ya está de su mismo lado del Muro y que es probable que termine llegando eventualmente a Winterfell. Además, Littlefinger aún anda por ahí, acosándola.
Euron, el grande
En Stormborn, si bien el capítulo está titulado a partir de una de las tantas denominaciones de Dany, quien se anotó tremenda victoria fue Cersei, gracias a los buenos oficios de Euron Greyjoy. El rey pirata tomó por asalto la flota de sus sobrinos Yara y Theon mientras estos navegaban hacia Dorme en compañía de Ellaria Sand y las insoportables Sand Snakes y no dejó títere con cabeza: la arremetida fue feroz, casi caníbal, y se cobró no solo la vida de Obara y Nymeria Sand, sino también la maltrecha valentía de Theon, quien saltó del barco (del modo más patético posible, vale anotar), hecho un manojo de nervios e inutilidad, impotente ante la visión de un Euron endominado sosteniendo su cuchillo contra el cuello de Yara. Saldo: Ellaria Sand y su hija Tyene van camino a King's Landing como el trofeo prometido por Euron para Cersei (recordemos que Ellaria mató a la princesa Myrcella), Yara perdió su flota, su hermano y su libertad en un mismo combate, y Dany ya no podrá contar con sus aliados Greyjoy y de Dorne. Y así fue como el infalible plan de Tyrion empezó a hacer agua.
Sam & Jorah: mejores amigos
Samwell Tarly sigue ganando para bien minutos al aire. Sus estudios para ser maestro en Oldtown marchan viento en popa, gracias a sus ganas de llevar la contraria, de leer lo que no debería, de practicar las artes que le son prohibidas. Tal y como quedó establecido la semana pasada, Sam cruza más palabras con Jorah Mormont, cuyo cuerpo ya está cubierto en casi un 50% por las marcas de la incurable greyscale. Es así como se entera de la identidad del caballero caído en desgracia y se empeña en salvarle, aplicándole remedios de éxito dudoso. Las perspectivas dee sobrevivencia para Jorah son mínimas, así que se pone en manos de Sam, quien lo somete a un tratamiento dérmatológico salvaje con tal de remover la piel dañada. Lo bueno de esto: Jorah vivirá posiblemente para ver mejores días, e involucrarse de nuevo en el juego de tronos.
Arya: De regreso a casa
Muchas lunas han pasado desde que Arya Terminator Stark dejó Winterfell, allá por la primera temporada de la serie. Después de una pasantía en altamar, la ninja preferida de todos está de nuevo en Westeros, solo que en vez sus pasos la llevaban al sur, a King's Landing, a Cersei Lannister. Sin embargo, una plática con su excompañero Hot Pie la hace cambiar de planes y enrumbarse a Winterfell, tras enterarse que su querido hermano Jon Snow es Rey en el Norte. De camino, la joven tiene un efímero pero emocional reencuentro con su loba Nymeria, de quien se había separado en la primera temporada (vale recordar que de la camada de cachorros que los hermanos Stark empezaron a criar en el capítulo inaugural de la serie, a hoy solo quedan con vida Nymeria y Ghost).
Algunas anotaciones al margen:
- La escena de sexo entre Grey Worm y Missandei fue explícita y dejó poco a la imaginación. Tomando en cuenta el horario casi-familiar con el que GOT se está transmitiendo este año en Costa Rica (7 p. m.), estoy seguro que no fui el único que vio aquello con el control remoto en la mano, listo para saltar de canal si mis hijas pasaban cerca del televisor.
- Jon Snow y Tyrion no se ven desde la primera temporada. Aún así, los dos mantienen una buena opinión del otro y se alegraron positivamente de saber que siguen con vida y en puestos de poder. Retomar los diálogos entre estos dos, a la vista de todo lo que han sufrido, es imperativo.
- La breve conversación entre Lady Olenna y Dany era justa y necesaria. Tremenda ubicada dio la matrona de los Tyrell a la joven reina.
- La muerte de las Sand Snakes fue tan dolorosa como era de esperarse. Sus personajes nunca funcionaron al nivel de los demás protagonistas de la serie y el final que les dio Euron fue cruel y casi que sacado de un foro de fanáticos de GOT. Sus cadáveres colgando del barco como trofeo de guerra fue un exceso de maldad.