La última vez que lo vimos, el agonizante y corpulento guerrero de rostro quemado rogaba por una muerte rápida. A gritos pedía clemencia. Después de eso, lo dieron por muerto... y se equivocaron.
Advertencia de spoilers: en adelante encontrará múltiples detalles de The Broken Man, sétimo episodio en la temporada sexta de Game of Thrones. En caso de no haber visto aún el capítulo, proceda bajo su propio riesgo.
Sandor Clegane está vivo. Siempre lo estuvo. Su regreso a la serie llega en una temporada ya de por sí cargada de aguardadas reapariciones de personajes con años ausentes de la serie (Benjen Stark, el Blackfish, Walder Frey...). Sin embargo, el retorno del Hound tiene un valor especial, pues muchos cayeron en el error de darlo por muerto de modo oficial, pese a que nunca hubo una confirmación sobre su deceso.
El mundo había declarado a Sandor fallecido. Así quedó plasmado en Valar Morghulis, la maravillosa y enciclopédica guía ilustrada del Washington Post que reseña todas las muertes sucedidas a lo largo de las primeras cinco temporadas previas de la serie de HBO. Ahí, Sandor aparece entre las muertes notables de la cuarta temporada, al lado de Tywin Lannister y Oberyn Martell. Y sin embargo, aquí lo tenemos, vivo y reflexivo.
A Clegane lo dejamos de ver en el episodio 10 de aquella cuarta temporada. Brienne le dio una paliza y lo lanzó montaña abajo, herido y humillado. Arya se alejó de él, ignorando su ruego para matarlo. Y así fue como lo encontró el hermano Ray, un exguerrero convertido en religioso quien cuidó de aquel gigante y sanó sus heridas.
Ray es un personaje que merecía más tiempo en la serie, pero el actor Ian McShane había adelantado que su participación se limitaría a un único programa. El suyo es un hombre con un pasado de sangre que encontró la redención en la fe y en cómo transmitirla a todos. Es él quien le dice a Clegane que los dioses tenían un propósito mayor para él y por eso lo mantuvieron con vida, a pesar de las resistencias del otrora asesino estrella de los Lannister.
Vale anotar que la participación, aunque breve, de un actor como McShane le da tremendo valor a la serie (lo mismo que pasó semanas atrás con la extraordinaria presencia de Max Von Sydow). De McShane el primer recuerdo que tengo es el de su participación en la serie infaltable de las Semanas Santas, Jesús de Nazareth, como Judas Iscariote. De su extensa carrera en el cine y la televisión, el punto más alto bien podría ser su aplaudido trabajo en la serie Deadwood.
Volviendo a Clegane, El Sabueso es ahora un hombre introspectivo, al que el trance de muerte le dejó profundas cicatrices. El odio pareciera ya no ser su motor y no sería extraño que en adelante su historia apunte a la redención y pago de culpas. Sin embargo, Sandor no es un hombre de paz y las circunstancias volverán a ponerle en un camino de sangre, especialmente luego de que Ray y toda su pacífica congregación fueran masacrados por la Hermandad. Clegane dejó la escena con un hacha en la mano y la furia en el rostro.
En otras latitudes, así estuvimos:
- En el Norte, Sansa y Jon tienen dificultades para armar un ejército presentable para atacar a los Bolton en Winterfell. Aparte de los salvajes y algunas pocas casas menores, los hermanos Stark no tienen mucho apoyo de sus vecinos. De ahí que cuando vemos a Sansa escribir una carta, vale presumir que dicha misiva irá más adelante dirigida a Littlefinger, a fin de atraer a su causa a los caballeros de la casa Arryn que aquel controla. Como siempre, el involucrar a Littlefinger –si tal es el caso– suele traer más problemas que soluciones.
De sus escenas, especial mención para las que se desarrollan en Bear Island. Esta es la casa de Sir Jorah Mormont y ahora es regida por su prima, la encantadora Lyanna Mormont. A sus 10 años, esta niña se introdujo en The Broken Man como uno de los personajes nuevos a tener en cuenta: astuta, confrontativa, enérgica. Verla desarmar con sus argumentos a Sansa y Jon fue una delicia, así como su posterior diálogo con Sir Davos, un interlocutor más a la altura de la pequeña gobernante. A Lyanna los Bolton también se la deben, pues su madre fue parte de los líderes norteños asesinados en la Boda Roja. Presentarla en la serie y darle preponderancia fue tremendo acierto de parte de los productores.
- Yara, Theon y el resto de renegados de las Islas de Hierro hacen una escala técnica en Volantis. Ahí todos se entregan a los placeres de la carne, menos Theon, quien más bien parece al borde del llanto. Su hermana, con el candor que la caracteriza, le dice que ya no sporta verlo en modo perro regañado. Yara es la única persona que ha querido a Theon y se ha preocupado por él. Es ella quien le da dos posibles salidas: cortarse las venas y parar de sufrir o recuperar el espíritu y ayudarla.
El plan de Yara es inesperado e interesante: la capitana llevará su flota a Meereen, a fin de pactar una alianza con Daenerys. Y bien sabida esla urgencia que tiene Dany de barcos para transportar a su ejército conquistador hacia Westeros. Esta historia promete.
- En King's Landing, el High Sparrow sigue ejerciendo control sobre la capital del reino. El líder religioso tiene una cándida conversación con la "convertida" reina Margaery, a quien pide ayuda para alinear a su abuela la Reina de Espinas. En caso contrario, el líder de los fanáticos no se hace responsable por la seguridad de la vieja y poderosa cabeza de la casa Tyrell. Hay que aplaudir la habilidad que tiene este tipo para proferir amenazas sin necesidad de ser explícito, siempre dándole vuelta a las palabras para acomodarlas en modo piadoso.
Hasta ahora no me trago que Margaery efectivamente abrazara la religión y el dogma como nuevos motores. La reina es una sobreviviente, una jugadora que se acomoda a las necesidad del juego de tronos como pocos. En la conversación con su decepcionada abuela ya dejó ver señales de que no ha perdido la cordura como el resto de fanáticos religiosos.
Lo mejor del episodio vino con la breve plática que la Reina de Espinas sostuvo con Cersei. La anciana limpió el piso con la disminuida reina madre, restregándole en la cara que ella es la culpable del control que los religiosos tiene hoy sobre el reino y el destino de los Lannister y los Tyrell. De todo lo mal que están saliendo las cosas, la abuela Olenna tuvo su único placer en aporrear verbalmente a su eterna rival. En cuanto a Cersei, el quedarse sin aliados le deja la puerta abierta para operar por su cuenta, lo cual por lo general termina mal. Nada raro sería que la humillada madre real busque un plan propio para librarse del High Sparrow, con previsibles fatídicas consecuencias para todos (Cersei, por favor, renunciá a la iniciativa).
- Arya tuvo un capítulo raro. A sabiendas de que sus antiguos aliados estarían tras ella por haber renunciado a su aspiración de convertirse en asesina por contrato, la joven Stark se paseó despreocupada y desarmada por las calles de Braavos, luego de asegurarse un tiquete de regreso a Westeros. Ahí fue sorprendida por la Huérfana, quien sin asco le propinó varias puñaladas en el vientre. Nadie en su sano juicio pensaría que Arya moriría de un modo tan sin gracia, por lo que no se le prestó mayor detalle a explicar cómo la adolescente logró sobrevivir no solo al ataque, sino a nadar así un largo trecho bajo el agua y a caminar por la ciudad mientras se desangraba a vista de todos los transeuntes. Hay algo de este cuento que no nos han dicho aún, y podemos apostar que será de ese tipo de revelaciones que hielan la sangre (ya se discuten teorías sobre Arya que van de lo descablleado a lo casi lógico).
- Jaime llegó al mando de una fuerza de 8.000 hombres Lannister a Riverrun, ciudad de los Tully que sin problema se sostiene ante el patético sitio montado por los hijos de Walder Frey. Estos Frey son personajes detestables, totalmente carentes de la agilidad mental que el patriarca de su familia ha exhibido en múltiples ocasiones. En dos segundos, Jaime toma control del ataque y encomienda la estrategia militar a su buen amigo Bronn. En un detallazo de humor ácido, Bronn se burla de la cantaleta que reza que "Un Lannister siempre paga sus deudas"... este es un hombre al que los Lannister le deben una cuenta enorme.
Al frente de la resistencia en Riverrun está el Blackfish, tío abuelo de los niños Stark y guerrero de la vieja escuela. El diálogo que el viejo Tully y Jaime sostienen es adaptado con mucho apego a como George R.R. Martin lo contó en A Feast for Crows. El Blackfish es del tipo de caballeros que no perdona a Jaime por haber matado al rey que juró proteger y le estepa el calificativo "Kingslayer" tantas veces como puede. La negociación para que Riverrun se rinda no da frutos y el antagonismo entre Jaime y el Blackfish quedó para contar su mejor episodio la siguiente semana.
Semana libre: Tyrion (ya van dos semanas seguidas: demasiado); Daenerys; Bran; Tommen (¡al fin, aleluya!); Brienne (va de camino a chocar con Jaime),y Ramsay (tres semanas ausente, posiblemente torturando a Rickon).
Muerte de la semana: El Hermano Ray. Qué tipazo.
LEA TODOS LOS REPASOS DE LA TEMPORADA
Repaso de "Blood of my Blood", episodio 6 de la temporada 6
Repaso de 'The Door', episodio 5 de la temporada 6
Repaso de 'Oathbreaker' y 'Book of the Stranger', episodios 3 y 4 de la temporada 6